En México, existen lugares marcados por historias inusuales que ahora se consideran terroríficos, como la Isla de las Muñecas de Xochimilco o la Casa de los Tubos en Monterrey, la cual sólo los más valientes se atreven a recorrer.
La historia de La Isla de las Muñecas en Ciudad de México se remonta hace más de medio siglo, cuando Don Julián Santana, el cuidador de la isla en aquel entonces, encontró el cadáver de una niña que se había ahogado en las aguas de Xochimilco, por lo que decidió colgar su muñeca en la rama de un árbol.
A partir de ese día continuó colgando muñecas por más de 50 años, que fueron cerca de mil ejemplares, hasta que él también terminó por ahogarse en las mismas aguas.
El Museo de las Momias, en Guanajuato, se encuentran embalsamados los cuerpos de las personas que murieron durante un brote de cólera 1833. Este recinto cuenta con otras colecciones como “La voz de los muertos”, las historias de algunos de los integrantes más representativos, así como “Muertes Trágicas”, personas que murieron en sucesos estremecedores, y “Angelitos”, momias de bebés.
La tragedia de las casas abandonadas
La Casa de los tubos en Monterrey, Nuevo León es un creación de arquitectura inusual, construida a comienzos de 1970, y que nunca se concluyó. La historia más creíble dice que una pareja mandó a construir esta casa para su hija en silla de ruedas, de ahí que luzca con muchas rampas y tubos, pero que un día la descuidaron, por lo que la niña, al bajar por una de las rampas, tomó demasiada velocidad, perdió el control de su silla, y salió por el hueco de lo que sería una ventana, en una caída mortal.
Sin embargo, la agencia de bienes raíces que la compró no ha logrado vender esta casa que se encuentra abandonada.
El Callejón del Diablo en Ciudad de México, según muchos visitantes, por las noches se ve envuelto de grandes misterios, se torna lúgubre y, aseguran, que quien se atreve a poner un pie en el empedrado debe enfrentarse a la aparición del Diablo en forma de guajolote, donde advierte a la persona que debe retroceder.
La Casa de la Hiena en Querétaro, ubicada en el 408 de la Hacienda del Vegil, lugar donde se cometió un crimen que en la actualidad la llevó a estar abandonada. Según se cuenta, allí vivía una madre con sus tres hijos, pero ella, sufría esquizofrenia, por lo que un día los asesinó. Los vecinos, que vivían en la zona en aquel momento, no dieron gran atención a los gritos de los niños, porque los ataques de la madre eran algo frecuente, hasta el día siguiente que los descubrieron muertos.
Editado por: Marta Romero
Fuentes: El Semanario y Punto Final
