Carlos Rocha/La Jornada de Oriente

Con 233 pozos perforados con la técnica de fracking, Puebla es el segundo estado del país en donde más se ha aplicado este cuestionado método; lo peor es que podría haber más perforaciones para el próximo año debido a que así lo autorizó la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) en su última sesión extraordinaria, celebrada el pasado jueves 13 de octubre.

En esa sesión Juan Carlos Zepeda, titular de la CNH, concedió a Petróleos Mexicanos (Pemex) la autorización para realizar exploración en yacimientos no convencionales en cinco asignaciones hasta por 25 años, mediante la técnica de la fractura hidráulica.

El permiso fue para perforar la cuenca petrolera Tampico–Misantla que la conforman los estados de Puebla y Veracruz y que juntos suman, hasta ahora, la mayor cantidad de pozos encontrados mediante la fractura hidráulica o el fracking.

Veracruz ocupa el primer lugar en pozos perforados con este sistema; hasta el año pasado llevaba 349 yacimientos no convencionales y luego le sigue Puebla, en total los dos estados suman 582 pozos y representan más de la mitad de las perforaciones que se han realizado en todo el país que son 924 pozos, como lo revela una solicitud de información que realizó la Alianza Mexicana contra el fracking a Pemex.

Los otros estados donde también se ha aplicado esta técnica, pero en menor medida, son Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Tabasco.

Es así que con el permiso que se concedió para taladrar la región de la Sierra Norte de Puebla y de Veracruz, la cuenca Tampico–Mizantla será la más azotada por dicho método prohibido en varios países de Europa, Sudamérica y en algunos estados de la Unión Americana.

De acuerdo con la Alianza en contra del fracking, en la cuenca Tampico–Misantla se ha evaluado la existencia mil 003 millones de barriles de petróleo crudo; en el caso de Puebla los campos petroleros a explotarse están en los municipios de Francisco Z. Mena y Venustiano Carranza.

Destaca que el permiso que concedió la CNH se dio dos días antes de que se celebrara el día mundial contra el fracking. El pasado 15 de octubre se celebró este día global y organizaciones de Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia, Brasil, Perú, Colombia y México aprovecharon para recordar las consecuencias que tiene la aplicación de esta técnica.

Al respecto, Aroa de la Fuente, de la Alianza Mexicana, señaló que mientras miles de voces exigen su prohibición en todo el mundo, en México el gobierno hace oídos sordos y sigue apostándole al fracking en una carrera hacia el fondo que profundiza un modelo energético basado en los combustibles fósiles, causante del calentamiento global.

De hecho, sentenció que al permitir la aplicación del fracking en territorio mexicano se echa por tierra el Acuerdo de París que firmó México apenas en septiembre de este año, y en el que se comprometió a evitar aumentos de la temperatura global que supere los 2°C e, idealmente, los 1.5°C.

La Alianza contra el fracking define este método como la técnica para extraer del subsuelo petróleo y gas natural de yacimientos llamados “no convencionales”, se fractura la roca con la inyección a elevada presión de una mezcla de agua, arena y unas 750 sustancias químicas que fuerza el flujo y salida de los hidrocarburos de los poros. La fracturación de un solo pozo requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua.

El pasado 20 de octubre los diputados locales del PRD, del PT, del Panal y del Partido Movimiento Ciudadano (MC) presentaron una iniciativa contra esta técnica y quedó denominada como Ley General que Prohíbe la Realización de Prospecciones y Explotaciones de Hidrocarburos no Convencionales Mediante Fractura Hidráulica o Fracking.

Hasta el momento se han sumado 12 de los 41 legisladores poblanos, pero la iniciativa de ley tiene que discutirse y votarse en el Congreso de la Unión, por lo que gestiona en el Poder Legislativo local la aprobación de un exhorto a las cámaras de diputados y senadores para que tomen en cuenta el proyecto.

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