En Puebla, la siembra del maíz transgénico contaminaría la tierra, traería daños a la salud y pondría en peligro a las 51 especies de este cereal; se debe impedir su siembra y crear políticas estratégicas para el desarrollo del campo.
Así lo señaló, Susana Cruz Ramírez, coordinadora de la Licenciatura en Ciencias Ambientales y Desarrollo Sustentable de la Universidad Iberoamericana de Puebla, quien agregó que México consume alrededor de 33 millones de toneladas de maíz, y sólo produce 22, pero con medidas estratégicas podría producir las 33.
En entrevista para Ángulo 7, indicó que el maíz transgénico pone el peligro a las diversas especies mexicanas, mismas que no necesitan ser alteradas pues tienen la capacidad para adaptarse a los diferentes ecosistemas de la República Mexicana.
Recalcó que esta variabilidad genética se ha obtenido gracias a la intervención de comunidades indígenas y campesina, y destacó que es un producto de origen mexicano y además un alimento que se ha adaptado a la gastronomía de las comunidades rurales y urbanas.
Maíz abona 53% de carbohidratos
Además, destacó que la ingesta de carbohidratos que aporta a la dieta del mexicano es del 53 por ciento del requerido y también aporta el 39 por ciento de la ingesta proteínica.
En tanto, los transgénicos, además de traer ventajas a la producción, ponen en peligro a las demás especies, pues también contamina el suelo y el aire por el tipo de agroquímicos ligados a estos.
Ejemplo de ello, –precisó–, es lo descubierto en sembradíos de maíz y girasol transgénico, donde “se ha detectado del glifosato en leche materna y sangre de los habitantes cercanos y que la consumen”.
Por ello, precisó como urgente “una política que ayude a la producción del maíz en el país, así como en Puebla”, y que considere evitar el uso de tecnología que dañe al suelo, al tiempo que permita un desarrollo estratégico del campo “más allá de los subsidios que no están ayudando”.
Cabe mencionar que el investigador de la BUAP, Miguel Ángel Damián Huato, propone faros agroecológicos que revaloricen la milpa para duplicar los rendimientos del maíz.