Muy de moda está la expresión en comento que el día de hoy encabeza nuestra colaboración, sin embargo, nada más acertado, al menos para mí, después de ver, hace dos semanas, cómo los mismos poblanos se burlaban y hacían escarnio de un estudiante universitario por defender con todos sus recursos a su alma mater.
La situación es ese asuntito de que “lo bueno no se cuenta”, pero cuenta mucho, que ha puesto de moda el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, es hoy el eje de mi comentario y para esto tengo dos situaciones que poner a su disposición, la primera:
Es en el Pueblo Mágico de Atlixco, Puebla, donde es presidente municipal el ingeniero José Luis Galeazzi Berra y en donde, según recuerdo, en la época en que terminé mi secundaria, en la Escuela Secundaria Federal Melchor Ocampo, (Esfmo por sus siglas) solo alcanzaba a tener unos 10 o 15 policías, malamente escogidos y peor adiestrados.
Cómo cambia la vida y cuánto ha avanzado aquel “mi pueblo”, que hoy se ha convertido en Pueblo Mágico, y al mismo tiempo, una ciudad de pujanza, trabajo y modernización, sin perder aquello de, como ya lo mencionamos, “mi pueblo”.
Digo esto, porque recién tuvimos la oportunidad de recibir la invitación por parte de Javier Machuca Vargas, director de Seguridad Pública y Gobernanza Municipal, de asistir a la entrega de la primera unidad equina compuesta por cuatro jinetes y sus caballos en Atlixco. Qué grata y satisfactoria sorpresa para todos los ahí presentes, que no sólo eso se pudo constatar, sino que pudieron dar cuenta de los cambios visibles más recientes en la institución de seguridad.
Aquel pequeño lugar, de acaso cuarenta o cincuenta mil pobladores, y de quince policías, hoy tiene una dirección general de Seguridad Pública y Gobernanza, compuesta al menos en el área de la seguridad por una unidad canina, bomberos, protección civil, unidad motorizada, patrulleros policías y de tránsito, policía de patrullaje a pie, policía turística, y personal capacitado en su totalidad como primer respondiente para servir a la ciudadanía.
Qué tiempos, don Nicanor, qué trabajo el del edil Berra, qué notable esfuerzo del comisario Machuca y sobre todo, que unificación de la comunidad para que entre gobernados y gobernantes tengan una corporación de ese calado en nuestro estado, poniéndolas en las mejores del estado, con miras a ser de las mejores del país.
El caso de Hidalgo
El segundo caso, se dio en el vecino estado de Hidalgo, donde recién tomó protesta Omar Fayad Meneses y luego de haber nombrado a su gabinete tenemos dos comentarios.
Uno, que el ex senador y hoy ejecutivo de Hidalgo, estuvo en Puebla llevando a cabo su maestría en Seguridad Pública y Ciencias Policiales del Imidecip, institución poblana dedicada a la investigación y desarrollo precisamente del fenómeno de la seguridad, la inseguridad, la prevención, la delincuencia en todas sus facetas y de las ciencias policiales entre otras muchas cuestiones.
Pero no es la primera vez que Fayad Meneses confía en nuestro estado. Ya en su época como primer comisionado y fundador de la Policía Federal Preventiva en 1999, había enviado al primer grupo de esa corporación a capacitarse en el Instituto de Capacitación y Formación Profesional de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla durante la Administración de Melquiades Morales Flores, mostrando con esto, sin lugar a duda, su confianza y amistad con nuestra entidad.
Hoy en su gabinete nombra a nada menos que otro poblano que policialmente fue formado en nuestra entidad, habiendo trabajado desde profesional de la protección VIP, el Consejo Estatal de Seguridad Pública, capacitador de miembros de seguridad pública, y de otras como la policía Fiscal Federal, y, en la misma ciudad de Pachuca, como director de la policía municipal con excelentes resultados. Mauricio Delmar Saavedra es también ejemplo de lo que se puede hacer en el país al mando de los poblanos. Y muchos más: como Enrique Thoth Verdeja Márquez que en su momento fue director de Seguridad de los Penales en el Estado de México.
En fin que importante y necesario es el saber que en Puebla mucho se ha hecho y que lo aquí producido, está bien hecho…
¿O no?
Juzgue usted.
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