Elizabeth Rodríguez Lezama/La Jornada de Oriente

Los últimos tres meses han sido de los más violentos del año, con más de 30 ejecutados en esta región, entre los que destacan 12 víctimas de la inspectoría El Mirador, en Coxcatlán, dos adolescentes en Cañada Morelos y tres taxistas severamente torturados en esta ciudad.

La noche del 10 de junio no se olvidará en El Mirador, una de las comunidades más pobres y alejadas de Coxcatlán; ese día fueron acribilladas en su domicilio cinco mujeres adultas, cuatro hombres, dos niñas y un bebé en gestación; de esos hechos la Fiscalía General del Estado aseguró que el móvil fue una venganza por celos, contra una de las víctimas.

Cinco días después fue hallado, sin vida, el trabajador de Comisión Federal de Electricidad, Joaquín Silvano Carmona, de 38 años de edad; su cadáver tenía las manos atadas por la espalda, el rostro desfigurado y huellas de tortura.

El 7 de julio, en San Miguel Eloxochitlán, el maestro de la primaria Benito Juárez, ubicada en la población Ojo de Agua, Hediberto Romero, de 39 años, fue asesinado a tiros, en el cuarto que ocupaba, dentro de la misma institución educativa.

A cuatro días de esos hechos, sobre el Libramiento a Chilac, en el entronque con camino vecinal, vialidad que conduce al arco de seguridad de Altepexi, fue ultimado un joven, quien recibió un disparo en el rostro.

Durante julio ocurrió también el asesinato de un hombre a quien sus homicidas le amputaron dos dedos, además lo degollaron y abandonaron su cuerpo sobre la autopista Cuacnopalan–Oaxaca.

En el municipio de Cañada Morelos se sucedieron varios hechos violentos durante julio, entre ellos el asesinato de un hombre de 23 años, la ejecución de los hermanos Alducin Moreno, ambos menores de edad y otro hombre que recibió 16 tiros en una balacera.

Juan Francisco González, empresario de Tehuacán, quien fue secuestrado el 31 de julio a las puertas de su domicilio, en la junta auxiliar de San Lorenzo Teotipilco, fue asesinado por sus captores. Su cuerpo fue encontrado en un paraje de Palmar de Bravo, luego de que su familia cubrió un rescate por varios miles de pesos.

Otra balacera ocurrió el pasado 12 de este mes, en San Antonio Soledad, junta auxiliar de Cañada Morelos, lugar hasta donde fueron perseguidos por una camioneta negra, otros dos hombres quienes fueron ultimados en el centro la población.

La mañana del martes, en terrenos deshabitados del ejido de Tula, perteneciente a esta ciudad, fueron hallados los cuerpos de Román Apolonio Rojas, de 37 años de edad; César Téllez Moreno, también de 37 años y Jesús Dehesa Pérez, de 27, tenían el tiro de gracia y en la espalda de uno de ellos el mensaje “limpiando la zona” que les hicieron con arma punzo cortante.

Trabajaban como conductores de taxi; dos de ellos estaban en activo, el otro dejó ese oficio hace ocho meses; los tres eran vecinos de esta ciudad y uno de ellos había desaparecido días antes.

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