Por Redacción

Científicos de España y  EU han identificado un “reloj” en los tejidos adiposos que afecta directamente a la tolerancia a la glucosa, y refuerza la tesis de que no se deben comer dulces por la noche, ya que el cuerpo no procesa el azúcar.

Esta investigación, publicada en la revista de la Sociedad Americana de Biología Experimental (FASEB por sus siglas en inglés), explica el estudio del “reloj” encontrado en el tejido graso funciona mucho mejor en las personas que se duermen temprano y más horas.

La investigación consistió durante un año en la observación de muestras de grasa subcutánea y grasa visceral extraídas de 18 personas que se sometieron a cirugía de bypass gástrico en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia.

La investigadora María Paz Carrasco con las muestras extraídas creó cultivos de tejido adiposo que les sirvieron para identificar los cambios que se iban experimentando en el funcionamiento de la hormona de la insulina en función de la hora analizada.

En conclusión la catedrádica Garaulet, una de las impulsoras de la cronobiología, explicó que tomar dulces por la noche podría aumentar el riesgo de padecer diabetes y obesidad, aunque ese problema podría remediarse con un número suficiente de horas de sueño al día.

 

Fuente: efesalud.com

Editado por Pamela Oropeza

Foto: Especial

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