Fermín Alejandro García/Cuitlatlán/La Jornada de Oriente

La obsesión del gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas de vender inmuebles públicos o dejar de rentar edificios se ha llevado al extremo, a tal grado que la seguridad de burócratas y de usuarios de oficinas públicas pasa a un tercer plano. Tal situación se observa con claridad mediante la orden que se dio de trasladar a docenas de trabajadores de la Secretaría de Educación Pública (SEP) a un viejo edificio de más de un siglo de vida, que no tiene el espacio requerido, carece de ventilación y sanitarios, así como de las más mínimas normas de seguridad, por lo que desde ahora se pudiera estar construyendo un desastre en ese lugar.

Y lo más grave, o mejor dicho lo más patético, es que la propia Dirección General de Protección Civil del Gobierno del estado emitió un dictamen en el cual advierte de las deficiencias de las nuevas instalaciones y frente a ello la SEP, que dirige Patricia Vázquez del Mercado, ha hecho oídos sordos a las advertencias y el malestar de los trabajadores.

La orden que salió de Casa Puebla es que el próximo 11 de julio se inauguren las nuevas oficinas de la SEP, y los trabajadores tienen los días 6 y 7 para instalarse, lo que implica trasladar miles de documentos y expedientes. La noticia de que se moverán de ubicación se les dio la semana pasada y por ende no se tiene ninguna planeación para que la mudanza se haga en orden y sin riesgos, pese a que se trata de oficinas que manejan asuntos neurálgicos de dicha dependencia gubernamental.

Se trata que el gobierno ya no quiere pagar la renta de un edificio que se ubica al inicio de la recta a Cholula. Ahí se encuentra la Oficialía Mayor de SEP, la Dirección General Administrativa, la Dirección General de Planeación, el área de servicios financieros y el programa: “la SEP te da un aventón”, entre otras oficinas. Ahí trabajan más de 270 personas y en promedio, todos los días laborales, acuden entre 500 y 600 personas a realizar diversos trámites. Por lo que a cualquier hora –dentro del horario de atención– siempre hay un mínimo de 400 personas.

Ahora esas oficinas serán trasladadas al Centro Integral de Servicio ubicado en el edificio del Ex convento jesuita de San Javier, la Ex Penitenciaria del Estado y que también fue el Instituto Cultural Poblano. A los trabajadores de la SEP se les dio un área de mil 626.75 metros cuadrados.

El problema es que al área asignada se llega por una sola escalera angosta –que es parte de la estructura de este edificio que tiene más de un siglo de vida–, que da a la única puerta de entrada y salida. Fuera de eso, no hay alguna otra puerta de emergencia (ver la foto).

Si algún día ocurriera un incendio o un terremoto, los alrededor de 400 trabajadores y usuarios que siempre están presentes en esas oficinas de la SEP, tendrían únicamente una escalera no muy fuerte, que es larga y elevada, ya que llega hasta un tercer piso, así como solo una puerta para ser evacuados. Lo cual puede significar el riesgo de que se queden atrapados –que es lo más probable– al ser insuficiente ese acceso o que el mismo se colapse. O que sea insuficiente para que toda la gente salga en un corto tiempo.

La zona no tiene aire acondicionado y es muy reducido el espacio entre escritorios y la zona donde van a transitar los usuarios de esas instalaciones de la SEP.

Por si fuera poco, para las 300, 400 o 500 personas que pueda haber a cualquier hora del día, solamente se cuentan en los sanitarios con un total de seis retretes y cuatro lavabos, lo cual plantea una severa carencia de baños y que éstos siempre estén insalubres.

Dicho edificio, que se ubica en la avenida Reforma y la 13 sur, carece de estacionamiento y la zona es una de las partes de la ciudad que tiene el mayor índice de robo de autopartes. La única opción para los trabajadores de la SEP es pagar un estacionamiento que les cobra mil pesos al mes, lo cual es algo imposible para sus reducidos ingresos económicos.

La información anterior está sustentada en un dictamen de la Dirección General de Protección Civil, que mediante el oficio DGPC/2807/2016, emitido el pasado 15 de junio y firmado por Fernando Antonio Estrella Aguirre, quien es el encargado de despacho de esa dirección, se advierte:

“…las instalaciones serán optimas siempre y cuando se habilite de servicios sanitarios ya que los existentes son insuficientes… de igual modo habilitar las escaleras existentes para ser utilizadas como salida de emergencia y/o para el público en general” (ver documento).

Al final el dictamen aunque reconoce las deficiencias, emite un resultado timorato porque tendría que establecer que no puede haber ahí instalaciones de la SEP en esas condiciones. Queda claro que Fernando Antonio Estrella no va a actuar con la severidad debida para evitar que lo corran del gobierno del estado.

La SEP acaba violando sus propias normas, ya que desde el sexenio de Melquiades Morales Flores se prohibió que en el Centro Histórico de Puebla se tengan instalaciones educativas en edificios antiguos, luego de que el sismo de 1999 expuso la fragilidad de muchas inmuebles de esa zona de la capital.

En la sensibilidad morenovallista no está presente la tragedia de la Guardería ABC de Sonora. Aquí lo que importa es economizar el gasto, sin importar que a los trabajadores se les exponga a vivir una tragedia.

Para mayor información:http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2016/06/27/261536/

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...