Por Juan Carlos Lastiri
Uno de los grandes paradigmas de este nuevo siglo, sin duda, es el ser emprendedor. Hoy se entiende que las prácticas que permiten a una persona buscar hacer cosas nuevas en su vida son muy redituables para la sociedad en que se desarrollan.
En específico, podemos decir que, en el sector económico, hoy se sabe que quienes emprenden nuevos negocios son los principales generadores de empleo e impulsores del desarrollo local. Todos conocemos las historias de cómo se generó el sector de alta tecnología en el mundo, Apple, Hewlett Packard, Google, Yahoo, etc., son empresas que nacieron de gente con mucho talento y que tuvieron a bien emprender sus negocios, llevándolos a convertirse en lo que hoy estas empresas representan en el mundo.
Quizá todos sabemos de muchos negocios que empezaron siendo pequeñas empresas, pero que gracias a la decisión de emprenderlos, hoy son franquicias en todo el mundo. Sin embargo no todo negocio que se emprende tiene las mismas tasas de éxito y, sobre todo, no se puede tener certeza de qué pasará con él, de hecho, las tasas de permanencia de una nueva empresa en un mercado no son altas, pero sin duda el espíritu emprendedor nos lleva a intentar nuestros ideales cuantas veces sea necesario hasta lograr los objetivos.
Es claro, entonces, que abrir nuevas empresas siempre es positivo en tanto permite el movimiento de la economía. Nuestro país siempre se ha destacado por tener personas muy brillantes que, por diferentes motivos, no han logrado llevar a cabo sus ideales, si bien el más importante quizá sea el apoyo tanto económico como de proceso para llevar a cabo sus sueños. Hace unos días, el presidente Enrique Peña Nieto entregó el Premio Nacional del Emprendedor 2015, donde se premiaron a 11 emprendedores e instituciones y participaron cuatro mil 262 postulaciones en ocho diferentes categorías. Este premio valora y reconoce la pasión, el esfuerzo y la dedicación, con que los emprendedores ponen en marcha sus iniciativas y proyecto; con su empeño y creatividad los emprendedores son parte esencial del México moderno que está derribando barreras y quitando frenos que impedían a México crecer e ir hacia adelante.
En tres años, el Gobierno de la República ha impulsado una política de apoyo a los emprendedores; el Instituto Nacional del Emprendedor ha acompañado e impulsado las ideas y proyectos productivos de más de 2 millones de mexicanos, con recursos del Fondo Nacional Emprendedor por más de 26 mil millones de pesos; como un resultado concreto de los Foros de Justicia Cotidiana, que llevó a cabo el Centro de Investigación y Docencia Económicas, se creó la Defensoría de Pymes cuyo objetivo es proteger y promover los derechos de los emprendedores; y una acción muy importante por lo que elimina en trámites es la Reforma a la Ley General de Sociedades Mercantiles, que crea un nuevo régimen de asociación denominado Sociedad por Acciones Simplificada (SAS), con él se busca la creación de más empresas y que sus probabilidades de consolidarse sean mayores.
Esta reforma tendrá beneficios muy importantes ya que, con la legislación anterior, el costo promedio para crear una empresa era de 20 mil pesos y el trámite podía tardar hasta 6 días, ahora, se podrá crear una empresa en 24 horas y en forma gratuita; en el pasado, era necesario acudir ante un notario, ahora el proceso se podrá hacer por Internet; anteriormente, los emprendedores tenían que pagar los servicios profesionales de un abogado o un administrador, para asesorarse y constituir su empresa. Con la nueva reforma, ya no es necesario, ahora se ofrecen estatutos proforma y disposiciones modelo, que facilitan al emprendedor las actividades de dirección y administración de su empresa; finalmente, antes se requería un mínimo de 2 socios para constituir una sociedad, ahora se puede crear una empresa con un solo socio y sin necesidad de capital mínimo.
Tal como lo señaló el presidente Peña Nieto: “emprender es tener valor y la decisión para partir de una idea y abrir camino hasta hacerla realidad, es tener la fortaleza para ponerse de pie cuando se cae, es aprender de los fracasos y perseverar hasta alcanzar el éxito”; y hoy con las políticas de apoyo y reformas, como la que da pie a las SAS, se da facilidad para que todo el mexicano que lo desee, encuentre el mejor camino para ser un emprendedor y uno de éxito.
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