Por Eduardo García Anguiano

El sistema penitenciario es el renglón de la seguridad olvidado en México.

En los anales carcelarios se registran hechos significativos: la Isla del Diablo en la costa de la Guayana Francesa, prisión establecida por Napoleón III para recluir asesinos y perseguidos políticos o el Gulag (acrónimo ruso de la Dirección General de Campos de Trabajo) que fue un sistema de campos de trabajo forzado y reclusión en la época estalinista.

Contrasta el caso finlandés que en 1930 implantó las “prisiones abiertas” para casi un tercio de los reclusos; cárceles sin rejas ni uniformes y sin guardias armados, lo que hizo posible reducir el uso de la pena de prisión en dos tercios sin que se alterara la tendencia criminal y regresar a la sociedad a seres humanos completos. https://es.globalvoices.org/2015/04/21/en-las-carceles-abiertas-de-finlandia-los-presos-tienen-las-llaves/ 

México tiene su propia historia, como la de San Juan de Ulúa o la del “Pueblito” tijuanense, cárcel así llamada por parecerse a un pueblo que, cerrada en 2002, tuvo capacidad para 2,300 internos y llegó a tener 6,740. Ahí convivieron niños y mujeres con delincuentes, muchos dormían en la cancha de basquetbol, hubo celdas llamadas “tumbas” por su espacio reducido, el 95% de los internos consumía drogas antes de su ingreso y para satisfacer la demanda, otros reos controlaban el suministro de ellas.

Después del túnel del Altiplano, en nuestros días, la tragedia de Topo Chico refleja la situación prevaleciente en un tema olvidado, no sólo en las políticas de seguridad sino en la misma sociedad.

Para el común de la gente, la cárcel es el castigo al mal y en las políticas de seguridad es el renglón menos atendido; ¿quién haría campaña electoral pregonando vamos a rehacer las cárceles? Predomina un círculo vicioso donde rige el dogma de que el mal debe ser olvidado. 

La realidad penitenciaria mexicana refleja las palabras del actor y escritor estadounidense Groucho Marx: “Estar en un barco es como estar en una cárcel, con posibilidades de ahogarte”.

@EGAnguiano

 

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7. 

incendios forestales

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...