Por redacción

La inclusión en la dieta diaria de los  ácidos grasos de la familia omega 3, como es el DHA, puede ser una alternativa para el tratamiento y prevención de enfermedades neurodegenerativas como el mal de Parkinson y el Alzheimer.

Lo anterior porque el Alzheimer y Parkinson son las causas más frecuentes de enfermedades degenerativas.

En México, se ha estimado que el Parkinson tiene una prevalencia entre 40 a 50 casos por cada 100 mil habitantes/año, de acuerdo con la guía práctica clínica publicada por el Consejo de Salubridad General del gobierno federal.

Asimismo, se calcula que en el mundo afecta actualmente de 4.1 a 4.6 millones de personas mayores de 50 años, estimándose que para el año 2030 esta cifra se duplicará.

Alejandra Barroso Hernández, becaria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), realiza una investigación en la Unidad de Investigación y Desarrollo en Alimentos (Unida) del Instituto Tecnológico de Veracruz (Itver).

Señaló que en el Laboratorio de Bioquímica de dicha unidad, trabaja con ratas, divididas en dos grupos, tratadas con un medicamento que las induce al parkinsonismo.

 

Hace investigación con ratas

El medicamento tiene la función de bloquear los receptores de la membrana cerebral, evitando que la dopamina llegue a diferentes áreas del sistema nervioso, ocasionando síntomas propios del mal de Parkinson.

Una vez enfermas, se les administra ácido docosahexaenoico (DHA) por medio de una sonda, para posteriormente estudiar los efectos que provoca su ingesta, así como los cambios que genera en los signos y síntomas de la enfermedad.

El segundo grupo de ratas es alimentado inicialmente con DHA, para después inducirlas al mal de Parkinson, con el fin de analizar las diferencias entre ambos grupos, observando la influencia de una dieta basada en ácidos grasos para prevenir el padecimiento.

Según Barroso Hernández, en la actualidad los seres humanos llevamos una dieta desequilibrada de ácidos grasos, algunos son sintetizados de manera natural por nuestro organismo, mientras que otros no; estos últimos son esenciales para el óptimo funcionamiento de nuestro cuerpo, conocidos como omega 3 y omega 6. Ambos participan como fuente de energía, formación de membranas celulares y en la producción de moléculas de gran importancia en nuestra fisiología.

 

 

Dieta desequilibrada

Agregó que la falta de omega 3 en la dieta promueve la tendencia de enfermedades cardiovasculares y mentales, por tal motivo Barroso Hernández sugiere en su investigación que el incremento en el consumo de estos ácidos grasos en una alimentación balanceada va a tener beneficios en el control y prevención del Parkinson.

Algunos investigadores han sugerido que debemos consumir un omega 6 por un omega 3; sin embargo, la dieta convencional de una persona contiene 20 omegas 6 por cada omega 3. Los primeros ácidos grasos los encontramos en alimentos como las carnes rojas, cereales y aceites vegetales; mientras que el pescado, algas marinas y ciertos lípidos vegetales como la canola son fuentes naturales de omega 3.

“Estudios anteriores indican que un consumo recurrente de DHA en la alimentación tiene resultados benéficos en enfermedades crónico degenerativas y cardiovasculares, entre ellas el Parkinson”, afirmó.

Cabe mencionar que Barroso Hernández emprendió dicho proyecto de investigación con el fin de obtener el doctorado en Ciencias de los Alimentos, impartido en dicho instituto

 

Editado por: Carmen Sabina Garcés Bonilla

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...