Fermín García/ Cuitlatlán/ La Jornada de Oriente

Un dato fundamental que no puede pasar desapercibido de los hechos violentos de la noche del lunes pasado en Ajalpan es que mientras una turba linchaba a dos encuestadores, otro grupo numeroso incendiaba y saqueaba la alcaldía, mediante acciones vandálicas que se extendieron a todo el edificio y a tres instalaciones públicas aledañas, pero solo hubo una oficina con la que nadie se metió, nadie la tocó e incluso la protegieron. Se trata del lugar de trabajo de Luis Enrique Gómez Soto, contador del ayuntamiento.

Gómez Soto no solamente es el encargado del área administrativa del gobierno municipal, sino también es el esposo de la regidora Nohemí Mediana Sandoval y la posición más importante que ocupa en el municipio es que es líder regional de la organización Antorcha Campesina.

Luego del desastre del lunes 19 de octubre, Luis Enrique Gómez se ha ausentado del palacio municipal, pese a que debería ser el principal funcionario –por ser el responsable administrativo– en interesarse en hacer un balance de los bienes y documentos que se perdieron durante el asalto masivo al ayuntamiento, en el cual se perdió casi todo.

Un segundo dato que genera mucha inquietud es que para nadie era un secreto que desde el pasado proceso electoral federal había un ambiente tenso, conflictivo, entre el alcalde priista Gustavo Lara Torres y Luis Enrique Soto, o mejor dicho entre el edil y en general la organización de Antorcha Campesina, la cual ha buscado desde hace 5 años convertirse en una agrupación dominante en esa región del sur del estado.

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incendios forestales

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...