Por Redacción

Estudiantes de la BUAP crearon ASCII, un detector de partículas cósmicas que fue elegido para AugerPrime, segunda etapa del observatorio Pierre Auger, con el fin de participar en la búsqueda una nueva ley en la Física.

Humberto Salazar Ibargüen, titular de la Dirección de Cómputo y Tecnologías de la Información y Comunicaciones, explicó que en dicho mirador se instalaron siete detectores ASCII (Auger Scintillador for Composition II) en septiembre del 2014, por lo cual fue elegido para la segunda etapa.

Una de las principales motivaciones del AugerPrime es saber más sobre el origen de los rayos cósmicos ultraenergéticos. Entre dichas fuentes están las explosiones de rayos gamma y las galaxias con un agujero negro en su centro.

En estos casos, se cree que las partículas son aceleradas en los jets de los dos fenómenos y por eso se puede detectar partículas en la Tierra con energías del orden de 1018a 1019 eV.

Por otra parte, están las remanentes de supernovas y la colisión de galaxias, fenómenos que también permitirían procesos de aceleración de las partículas, expuso el científico del Cinvestav, del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

 

Proyecto internacional en progreso

En el proyecto participan la UNAM, el Cinvestav y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; Óscar Martínez Bravo, de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la máxima casa de estudios en Puebla; Enrique Varela Carlos, del Laboratorio Nacional de Supercómputo del Sureste de México; los estudiantes de posgrado Alejandra Parra y Cederick De León así como 500 científicos de 16 países.

Ya se ha descubierto que el flujo de estos rayos es mucho más pequeño de lo que se había predicho. “Son pocos los que llegan, del orden de un décimo de lo que se esperaba a esa energía. Además, se descubre algo extrañísimo a esas muy altas energías: en lugar de protones, la mayoría son pesados hasta llegar a ser hierro, y al ser hierro y estar cargados los campos magnéticos, se desvían y no se puede hacer astronomía fácilmente”, señaló Salazar Ibargüen.

 

La segunda etapa

La segunda etapa presenta nuevas interrogantes. “Hay algo que no es aún claro. En una fuente cercana se están produciendo los rayos cósmicos que se están detectando, y que es Centauro A, ubicado en el cielo sur, a 11 millones de años luz. La galaxia más cercana a la Tierra es Andrómeda, pero la más cercana que produce rayos cósmicos energéticos es la que está a 11 millones de años luz, cinco veces más lejos que Andrómeda, y sólo se puede ver en el hemisferio sur.

“Si se hubiera instalado el observatorio en el hemisferio norte, no se hubieran visto. Necesitamos más datos para comprobarlo, saber si son protones o no. Lo que va a resolver esta segunda etapa es si lo observado venía de este núcleo activo galáctico. En el norte vamos a ver cosas distintas, entonces necesitamos hacer otro observatorio en ese hemisferio, grande como el Pierre Auger, comparar los dos cielos y decir qué núcleos activos galácticos son los que los producen. Así, sabremos de dónde vienen, qué son y cómo se aceleran, lo cual sería un gran avance”, concluye.

 

Editado por Víctor Flores

Foto: Cortesía BUAP

incendios forestales