Por: Patricia Chong
En México, no existe un protocolo único de atención a mujeres y hombres víctimas de violencia, por lo que es un fenómeno que no se ha reducido, sobre todo agresiones contra mujeres; Puebla se ha vuelto un foco rojo en este tema.
Así lo señaló la coordinadora del Centro de Estudios de Género (CEG) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), María del Carmen García Aguilar, quien agregó que es urgente tener un dicho protocolo único.
En entrevista con Ángulo 7, señaló que pese a que en 2012 hubo una iniciativa nacional para crearlo y se aplicara en los 32 estados, el mismo nunca se concretó.
Explicó que diferentes centros de estudio de género del país presentaron sus propuestas, las mismas “quedaron en papel” y no se les dio seguimiento, lo cual –dijo— es necesario, pues consideró que se deben unificar los procedimientos sobre todo en instancias gubernamentales.
Con respecto a Puebla, señaló que en 2010 el Inegi dio a conocer que era el sexto estado con más violencia hacia mujeres por parte de sus parejas, lo cual “no se ha contrarrestado”, pues en 2014 según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, de cada 100 mujeres poblanas de más de 15 años, el 60 por ciento dijo haber sufrido algún acto de violencia por parte de un hombre.
“Hay un índice importante de violencia en Puebla que se ha vuelto un foco rojo, pero no se hace visible y no se está atendiendo”, señaló.
Dijo que para el protocolo único es necesario actualizar los procedimientos y garantizar que haya un seguimiento real de cada caso.
Precisó que existe un fuerte problema al atender a una víctima, pues –dijo— cuando la persona acude a una instancia se enfrenta a personal que muchas veces no está capacitado ni sensibilizado, el cual suele justificar la agresión y revictimizar a la mujer.
“Cuando una mujer acude a una agencia del ministerio público, la mayoría de veces termina frustrada porque el personal no está capacitado y si va a un instituto de la mujer, la mandan a la autoridad ministerial y ya no se le da seguimiento a su caso”.
Explicó que lo que se ocasiona es que la víctima cuente varias veces su historia, sometiéndose a nuevos interrogatorios, lo que provoca una revictimización.
Asimismo, indicó que es necesario crear equipos de trabajo con gente preparada y no cambiarlos con cada nuevo gobierno, ya que esto también dificulta que se dé respuesta.
Señaló que también el problema radica en que la violencia se encuentra arraigada en las personas, pues –ejemplificó— en el caso de un feminicidio, el tratamiento que da la prensa suele ser justificante hacia el hombre.
“No se puede combatir la violencia si mantenemos estos esquemas y se justifica la violencia hacia la mujer”, dijo.
Consideró que en los últimos 20 años se ha avanzado en materia de igualdad y equidad hacia las mujeres y se han visibilizado muchas de las problemáticas.
Precisó que la violencia de género no es solo hacia las mujeres, aunque se trata de la más frecuente, pues indicó que el estudio de género analiza las relaciones entre hombres y mujeres y su relación de poder.
Destacó que el objetivo del CEG –que forma parte de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP– es estudiar las condiciones en que se encuentran las mujeres y los hombres en Puebla y proponer proyectos que ayuden a cerrar las brechas de desigualdad y violencia que existen.
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