Por Mauricio Ronquillo Arroyo @MauricioRA14
Las Chivas de Guadalajara derrotaron 2-1 a las Águilas del América, en un partido vibrante marcado por la expulsión de Carlos Salcido y los dos goles que consiguió Omar Bravo, que le dan al rebaño la victoria en el clásico nacional.
La jornada 10 del campeonato mexicano marcaba la visita del “chiverio” a la capital del país para enfrentar a los azulcremas, que llegaban al clásico como amplio favorito por su posición en la tabla, además del juego que despliegan.
Es bien sabido en el mundo del deporte que ante una rivalidad como ésta las distancias suelen acortarse y que las estadísticas normalmente quedan a un lado. Aun cuando parecía en el papel un partido a modo para que los azulcremas sumaran de a 3.
Por si fuera poco las Chivas llegaban con su nuevo entrenador, el argentino Matías Almeyda, quien llevaba apenas un par de semanas en el club, lo que presupuestaba una ventaja mayor para las Águilas.
Omar Bravo, el verdugo
Ya en el partido fuimos testigos de un encuentro digno de la historia de estos enfrentamientos: dos posturas antagónicas, de un lado los locales buscando el marco; del lado del rebaño se observaba una gran aplicación táctica y gran disposición para presionar, misma que hizo fallar a la defensa americanista, pues al tratar de retrasar el balón, Osvaldo Martinez le regalo el balón a Omar Bravo que definió el primer gol del partido al minuto 15.
Apenas una llegada y los tapatíos ganaban en el azteca, lo que generó un gran malestar en la afición americanista, que aun así siguió apoyando. El agobio y la posesión del balón era azulcrema, pero al minuto 39, una gran jugada por la banda de Raúl López, quien mandó un centro preciso para que Omar Bravo marcara su segundo de la noche con un certero cabezazo.
La incredulidad inundaba los rostros americanistas, que veían como la contundencia Chiva se llevaba el partido. Pero al minuto 41 el experimentado defensor mexicano Carlos Salcido cometió un penal claro en contra de Darwin Quintero, lo que representó la expulsión del tapatío; el paraguayo Martínez convirtió el penal al 42, acercando al América de cara a la segunda mitad.
Para la segunda mitad fuimos testigos de una gran entrega rojiblanca, que jugaba con 10, por el lado amarillo se notaba una gran intención de empatar, pero reinaba la desesperación e imprecisiones al ataque.
Ignacio Ambriz mandó al campo a todo su arsenal ofensivo, Quintero, Peralta, Arroyo, Sambueza, Zúñiga etc. Con muy poco resultado, pues la defensa chiva se comportó a la altura para conseguir la victoria en tan importante partido.
La polémica no fue ajena al juego, pues cuando quedaban pocos minutos en el marcador, se le fue anulado un gol a Oribe Peralta, aunque en la repetición se notó que tal fuera de lugar no existía. Dicho evento no quita la entrega de ambos en el partido y que vio en Guadalajara a su justo vencedor.
Foto: Mediotiempo