Por Eduardo García Anguiano
El Estado mexicano carece de control sobre el mercado de algunas drogas.
Desde el ejercicio del poder en un país, para controlar las drogas comercializables, no las de “uso tradicional lícito” (nombre en la Convención de Viena de 1988), existen tres modelos de mercado:
Mercado controlado por empresas privadas.- Este modelo supone mercados libres de la intervención responsable del gobierno, ejemplo: mínima regulación a productos de riesgo bajo como: bebidas con cafeína, mate de coca y té.
Mercado controlado por grupos delictivos, policías y autoridades corruptas.- Los mercados de producción, oferta y uso no médico de drogas son prohibidos con sanciones de diferente severidad: heroína, crack, drogas de diseño u otras, lo que deriva en no regularlas por el Estado y dejarlas al manejo del crimen.
Resultado.- Los mercados libres y prohibidos coinciden en una cosa: poca o nula regulación legal por el Estado.
Mercado controlado legalmente por el gobierno.- Regulación moderada o intensa con impuestos y controles a la producción, acopio, comercio, venta y formas de consumo; algunas preparaciones y actividades continúan prohibidas. Ejemplo de mercados regulados: alcohol, tabaco y drogas prescritas por médicos.
¿Pasará la marihuana en México a un mercado controlado legalmente por el gobierno? Algunos países ya lo hicieron aunque es un asunto difícil ya que la renta criminal y su reparto se reduce y “business are business”.
En palabras de Carlos Slim: “Un negocio exitoso es igual a una fiesta de cumpleaños, todo depende de cómo repartas el pastel”.
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@EGAnguiano
