Por Álvaro Conrado Pérez Aquino

Es paradójico que mientras en otros países está liberado el consumo de marihuana socialmente y que sea un consumo moderado, así como para fines terapéuticos; en nuestro país, aún se debate sobre la autorización para su consumo, aun cuando tiene que ver con el uso y disfrute de las garantías individuales, y no sé si a estas alturas, cuando usted lea este artículo, ya exista resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cuanto a la propuesta del ministro Saldívar que pugna por la producción y consumo del enervante, menos por la comercialización.

El punto es ciertamente difícil de debatir, de concluir en un país donde los excesos se dan de forma inmediata, o la transgresión de la ley recordemos que hoy en día el gobierno Federal y la Procuraduría General de la República libran una fragorosa batalla de búsqueda persecución y captura del chapo Guzmán que tanta sangre ha derramado en el país, y por el que en el extranjero nos consideran problema.

Pero en el caso de la aprobación o no de la mariguana, creo que no basta solamente con la opinión del ministro Saldívar sino que deben existir opiniones de especialistas sobre las adicciones y salud pública; y también una estadística sobre los consumidores que hoy en día el consumo del enervante se da entre las clases más marginadas.

No es un problema fácil ocuparse de la autorización del uso de la mariguana, pues al autorizarse muchos niños serian consumidores y en ellos si causa un gran estrago su consumo y no en los adultos; luego entonces, si se autoriza debiera prohibirse su consumo para los menores de edad, esto último debe ir acompañado de acciones preventivas que alerten a los padres sobre el particular, pues recordemos también que, hoy en día, no es posible evitar que los menores de edad consuman alcohol o tabaco, porque de manera muy fácil lo encuentran en cualquier estanquillo y por laboracidad de quienes los expenden.

En conclusión, como servidor público que fui en el Ramo Judicial desde hace muchos años, vengo experimentando que el consumo de marihuana se da mucho en los niños y adolescentes, por lo cual son recluidos en centros de atención; que en estas alturas los centros de atención e integración juvenil están rebasados, y que cuando un menor de edad ingresa a un centro de readaptación con antecedentes de consumo de enervantes, difícilmente se les rehabilita, por eso  lo difícil  de la liberación del consumo de la marihuana.

Pero al final, de todo los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no deben evadir el tema y entrarle de lleno a su estudio, para certidumbre y congruencia de su quehacer legislativo.

 

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7. 

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...