Por  Carlos Ramírez

Ante la falta de razonamientos políticos, los grupos interesados en el 2018 están inventando el fantasma de Andrés Manuel López Obrador, sin entender la lógica social: en México las alternancias se dan a la derecha, no a la izquierda.

Empresarios, élites intelectuales aliadas a élites empresariales y sociales y medios extranjeros ven al tabasqueño casi en Los Pinos. Sin embargo, el problema real no es López Obrador, sino el hecho de que el proceso de sucesión presidencial se dará exclusivamente en el principal despacho de la casa presidencial de Los Pinos y usan al tabasqueño para obligar al Presidente a negociar.

La realidad es otra: el PRI ganó en las pasadas elecciones del 7 de junio y Morena lopezobradorista apenas le pudo quitar 8 puntos porcentuales al PRD y sólo en el bastión del DF. El PRI basa su cálculo en su masa de votantes de 29%, suficiente para ganar el 2018 sin negociar con otros poderes fácticos.

Intelectuales y élites políticas saltaron al ruedo con la propuesta de construir un candidato ciudadano e independiente para enfrentar a López Obrador en el 2018, en una elección que será de aparatos electorales. Se trataría de revivir el método político de 1994-2000: esas élites hicieron a Vicente Fox candidato y lo llevaron a la victoria ganando el voto útil de los descontentos con el PRI.

En el 2000 esas élites desdeñaron a Cuauhtémoc Cárdenas, quien tenía y tiene una figura política más sólida que el expresidente legítimo, que tomó posesión el 20 de noviembre del 2006 en el zócalo, coronado con una banda presidencial, con su “gabinete” al lado y sentado en la Silla del Águila.

Si se revisa la lista de convocantes al grupo anti-AMLO, se verá que la élite política prepara, en realidad, la candidatura de Jorge G. Castañeda, un académico muy reconocido en E.U. y Europa, muy consentido por los medios, breve secretario de Relaciones Exteriores del gabinete de Fox y frustrado candidato independiente a la Presidencia en el 2006 por ausencia de espacio para los independientes.

Castañeda es un político hábil, astuto, pragmático, muy inteligente, activo, convincente, individualista y no de masas. Ayudó en el 2000 a fortalecer la candidatura de Cárdenas y en los hechos hizo presidente a Fox. Lo malo de Castañeda radica en el espacio parcial de sus alianzas, la falta de un método político personal y su inconsistencia política en el sistema. En los hechos, sí podría quitarle votos a López Obrador, al PRD y al PAN, pero sin tener la seguridad de que le alcance para derrotar al PRI.

El problema que enfrentarán los independientes no radica en la posibilidad de conjuntar votos, sino en las dificultades para operar sobre la vieja estructura del sistema político de gobierno. Están inflando mucho a Javier Rodríguez El Bronco por su carisma, pero estará atado por la estructura de poder en Nuevo León.

El plan de gobierno que escribió Castañeda con Héctor Aguilar Camín es inviable sin mayorías legislativas ni mayorías de gobernadores. Un candidato independiente podría ganar la Presidencia con un 27% de los votos, pero carecería de estructura sistémica. Por eso parece que El bronco ya pactó con los poderes fácticos de Nuevo León, a cambio de que le autoricen competir por la Presidencia.

La real politik nada tiene que ver con los independientes.

Sólo para sus ojos:

•Kramer vs. Kramer en Veracruz, priístas contra priístas. Al gobernador Javier Duarte se le enredó su sucesión local y ya prendió focos de alarma en el CEN del PRI. En público, Duarte humilló al senador priísta Héctor Yunes y lo pintó como traidor.

•Otro Yunes, Miguel Ángel, ya plantó en la cámara federal de diputados la atención sobre Veracruz con temas que llamaron la atención: corrupción, narcotráfico, y crímenes. Otra llamada de atención para el PRI.

•Y ayer se publicó una foto interesante: el líder nacional priísta en un evento junto al exgobernador veracruzano Fidel Herrera Beltrán, imagen que fue interpretada en Veracruz como la decisión del CEN de quitarle a Duarte la designación de su sucesor.

•En Veracruz, las apuestas ya están calientes: dicen que el verdadero tapado del gobernador Duarte es el economista Tomás Ruiz, extesorero estatal. Y que el proceso será tan sucio, que dejará muchos resentimientos políticos con su gente que se vengarán en las urnas votando por algún Yunes.

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...