Por Juan Carlos Lastiri 

El problema de la violencia es algo que afecta a nuestro país y lo lastima. Hemos tenido distintas estrategias para acabarla pero, hasta hoy el flagelo continúa. Se ha mencionado siempre que este es un problema multidimensional y que no puede ser atacado desde una arista. 

Siguiendo lo planteado por el gobierno del Presidente Peña, hace unos días la coordinación interinstitucional, entre la Secretaría de Gobernación (Segob) y la Secretaría  de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), ha firmado un convenio de colaboración para reconstruir el tejido social y prevenir la delincuencia. El Gobierno de la República trabaja en cerrar el paso a la violencia, así como construir la armonía y la reconciliación para los mexicanos. El documento firmado tiene como objetivo combatir la pobreza y la desigualdad, y así prevenir el delito.  

Las ciudades son el medio donde se desarrolla la mayoría de la sociedad y donde la delincuencia se manifiesta de manera clara. Por esto, no es raro pensar que estos espacios son una oportunidad para terminar con este problema, de hecho para todos los mexicanos se sabe que las ciudades y su diseño es un factor que define las oportunidades para acceder a un empleo y educación. 

Así la Sedatu tiene el compromiso de construir ciudades seguras y trabaja de manera integral y transversal con nueve secretarías que contribuyen de manera significativa en acciones integrales dentro de la Cruzada contra la Violencia y la Delincuencia y contra la Pobreza.

En este sentido, vale la pena retomar las palabras de la Secretaria Robles de Sedatu, “la pobreza no es en sí misma el fenómeno que fractura nuestras ciudades y el tejido social, sino la desigualdad; la existencia de polos de riqueza y de pobreza, contrastante y lacerante, que son el caldo de cultivo para el encono, el resentimiento y la violencia social”.

Ningún programa de prevención del delito puede ser exitoso si no se aborda el problema desde una perspectiva integral. El proceso de urbanización fue muy acelerado en nuestro país, en la década de los 70 hubo una fuerte migración del campo a la ciudad y esto provocó distintos espacios de hacinamiento en las urbes ante la falta de planeación.

Muchas ciudades crecieron sin control marcaron diferencia entre los migrantes del campo y quienes pertenecían a la ciudad, lo que provoco una ruptura del tejido social que hoy es necesario recuperar porque, la identidad con el lugar donde se habita es necesaria para un buen desarrollo social, el sentido de pertenencia es indispensable para cuidar y preocuparse por el entorno. 

Así, uno de los pilares de esta estrategia será dotar de escrituras que aseguren el patrimonio familiar y garanticen el acceso a servicios básicos, por parte de Sedatu mientras que, la Segob, se ha propuesto apostaron la recuperación de la convivencia armónica recuperando espacios públicos que hoy son ocupados, la mayoría de las veces, por la delincuencia. 

La vinculación de ambas áreas para combatir un problema como la violencia, a través del fortalecimiento del tejido social, es una muestra de que el gabinete del Gobierno de la República está coordinándose para atacar problemas comunes y, en este caso, el objetivo es mejorar la calidad de vida de las comunidades vulnerables, dignificar áreas y mejorar entornos para fortalecer el tejido social. 

                             

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...