La selección de fútbol de Francia rompió con una maldición de más de 28 años, misma que dictaba que los equipos europeos que partieran en un mundial como los campeones vigentes no ganaban su primer encuentro dentro de la justa.
La selección de fútbol de Francia rompió con una maldición de más de 28 años, misma que dictaba que los equipos europeos que partieran en un mundial como los campeones vigentes no ganaban su primer encuentro dentro de la justa.