Con la amplia gama de productos dermatológicos disponibles, desde hidratantes y sueros hasta limpiadores y protectores solares, encontrar los más adecuados puede resultar complicado.

No obstante, comprender las necesidades específicas de tu piel es el primer paso para crear una rutina de cuidado que, además de mejorar su aspecto y sensación, también proteja su salud a largo plazo.

¿Cuál es tu tipo de piel?

Antes de visitar una farmacia dermatológica para adquirir los productos que necesitas, debes identificar tu tipo de piel. Este breve quiz te puede ayudar a hacerlo:

  1.  ¿Cómo se siente tu piel al despertar en la mañana?

A) Seca y tirante

B) Oleosa en la frente, nariz y barbilla

C) Oleosa en todas partes

D) Cómoda y equilibrada

E) Sensible y a veces irritada

  1. ¿Cómo describirías los poros de tu rostro?

A) Pequeños e imperceptibles

B) Grandes en la zona T (frente, nariz, barbilla)

C) Grandes en todas partes

D) No demasiado grandes ni pequeños, normales

E) No estoy seguro/a, mi piel es principalmente sensible

  1. ¿Con qué frecuencia necesitas aplicar crema hidratante?

A) Varias veces al día

B) Solo en las mejillas

C) Raramente o nunca

D) Una vez al día es suficiente

E) Cuando mi piel se siente irritada o después de usar ciertos productos

  1. ¿Cuánto brillo facial notas a lo largo del día?

A) Ninguno, mi piel se siente más seca durante el día

B) Brillo en la frente, nariz y barbilla

C) Un brillo general en todo el rostro

D) Poco a ninguno

E) El brillo no es un problema, pero la rojez y la irritación sí

  1. ¿Cómo reacciona tu piel a los productos de cuidado facial?

A) A menudo siento que los productos no son lo suficientemente hidratantes

B) Algunos productos causan que se formen granitos en la zona T

C) Muchos productos me hacen sentir más oleoso/a

D) La mayoría de los productos me funcionan bien

E) Mi piel a menudo reacciona mal, se irrita o se enrojece

Resultados de Quiz

Mayoría de A
Piel Seca: se manifiesta cuando la epidermis no retiene suficiente humedad, dando lugar a una textura áspera, tirante y a menudo acompañada de descamación. Factores ambientales, genéticos y de edad pueden empeorar esta condición.

Para abordar la piel seca, es necesario implementar una rutina de cuidado que incluya hidratación regular con productos emolientes, evitando limpiadores agresivos.

Mayoría de B

Piel Mixta: presenta una combinación de zonas grasas, generalmente en la zona T (frente, nariz y barbilla), y zonas secas en otras áreas del rostro. Este tipo de piel puede ser desafiante de cuidar, ya que requiere equilibrio para satisfacer las necesidades de cada zona.

Es importante utilizar productos diseñados específicamente para piel mixta, como limpiadores suaves, hidratantes no comedogénicos y ocasionalmente, tratamientos focalizados en las áreas más propensas a grasa o sequedad.

Una rutina cuidadosamente adaptada ayudará a mantener la piel mixta en óptimas condiciones.

Mayoría de C
Piel Grasa: se caracteriza por una producción excesiva de sebo, lo que conduce a un aspecto brillante y una mayor propensión a imperfecciones como acné y poros dilatados.

Este tipo de piel requiere una rutina de cuidado específica, enfocada en la limpieza profunda, hidratación ligera y uso de productos no comedogénicos para mantenerla saludable y equilibrada.

Mayoría D y E

Mayoría de D
Piel Normal: es aquella que se encuentra equilibrada, sin presentar excesos notables de grasa o sequedad.

Tiene una textura suave y poros apenas visibles, sin mayores preocupaciones de imperfecciones. Para el cuidado de la piel normal, es esencial mantener una rutina básica que incluya limpieza suave, hidratación regular y protección solar.

La piel normal suele responder positivamente a productos suaves y equilibrados, sin necesidad de tratamientos especializados.

Mayoría de E
Piel Sensible: es propensa a reacciones adversas frente a factores externos como productos químicos, cambios climáticos o fragancias. Se manifiesta con enrojecimiento, irritación y, en algunos casos, picazón.

Para el cuidado de la piel sensible, se recomienda utilizar productos hipoalergénicos y sin fragancias, así como evitar el uso excesivo de productos agresivos. Una rutina simple y suave, con énfasis en la hidratación, puede ayudar a mantener la piel sensible, calmada y equilibrada.

Además, es importante realizar “pruebas de parche” antes de incorporar nuevos productos para minimizar posibles reacciones.

8 claves para elegir los productos dermatológicos adecuados

Una vez que has identificado tu tipo de piel, el siguiente paso es aprender a seleccionar los productos adecuados que cumplan con tus necesidades específicas. Estas son algunas claves que pueden guiarte en este proceso:

1.   Entiende tu rutina de cuidado de la piel

Comprende los pasos básicos de la rutina de cuidado de la piel, como limpieza, tonificación, tratamiento y humectación. Asegúrate de elegir productos que se ajusten a cada paso y que complementen los beneficios de otros productos que utilices.

2.   Prueba de parche

Antes de aplicar un nuevo producto en todo el rostro, realiza una prueba de parche en una pequeña área de la piel para verificar posibles reacciones alérgicas o irritaciones.

3.   Adapta tu rutina según las estaciones

Ajusta tu rutina de cuidado de la piel según las estaciones. Independientemente de su tipo, en ocasiones la piel cambiar sus necesidades según el clima, por lo que es posible que necesites productos más hidratantes en invierno y productos más ligeros en verano.

4.   Leer etiquetas

Examina detenidamente la lista de ingredientes en los productos. Evita aquellos con componentes irritantes o alérgenos conocidos, especialmente si tienes piel sensible. Busca ingredientes como ácido hialurónico, glicerina y ceramidas para la hidratación.

5.   Evita el exceso de productos

No siempre más, es mejor. Aplicar demasiados productos puede sobrecargar la piel y causar irritación. Mantén tu rutina simple y usa solo los productos que de verdad necesitas.

6.   Evitar ingredientes comedogénicos

Si tienes piel propensa al acné, evita productos con ingredientes comedogénicos que puedan obstruir los poros. Busca fórmulas no comedogénicas para prevenir la formación de granos.

7.   Optar por productos multifunción

Si buscas simplificar tu rutina, elige productos que ofrezcan múltiples beneficios, como cremas hidratantes con protección solar o limpiadores que también exfolien suavemente.

8.   Investiga sobre marcas confiables

Investiga sobre las marcas de productos dermatológicos y busca aquellas con reputación de calidad y efectividad, como Skinceuticals. El precio, las revisiones y recomendaciones de otros usuarios también pueden ser útiles para tomar mejores decisiones.

Recuerda que la consistencia en el cuidado de la piel y la paciencia son clave. No esperes resultados inmediatos y dale tiempo a tus productos para que muestren sus beneficios. Si experimentas problemas persistentes, no dudes en buscar la orientación de un profesional de la salud dermatológica.

incendios forestales