Uno de los retos que se tiene con la reforma del Poder Judicial de la Federación, de aprobarse, es que los comités de evaluación tengan filtros rigurosos para elegir a los “mejores perfiles para competir en la elección de ministros, magistrados y jueces; no se debe politizar”.
Lo anterior, señalaron en la mesa “Reforma al Poder Judicial ¿Nuevos jueces y comités de evaluación de la justicia”, en Ángulo 7 Radio, Fernando Flores Lozano, Secretario particular del Tribunal Laboral Federal de Tlaxcala; Israel Calva Corro, director de Calva Corro y abogado e Isaac de Paz González, constitucionalista y académico.
Comentaron que la iniciativa presidencial que se debate en la Cámara de Diputados no garantiza que el juez sea incorruptible, por lo que es algo que se debe mejorar durante el proceso para que “no quede mocha” y lleguen los mejores constitucionalistas a los cargos.
De Paz Gonzales dijo que actualmente la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) está politizada, ya que los ministros son propuestos en ternas por el titular del Poder Ejecutivo, pero son las bancadas de los partidos en el Senado los que por acuerdos eligen a uno.
Agregó que ninguna reforma va a cambiar el sistema de justicia si no hay una cadena de productividad, entre los actores involucrados como son la policial, Fiscalía, la justicia local y la federal, ya que ésta última es la más avanzada y donde mejor se paga.
Reiteró que se debe contar con filtros rigurosos de evaluación para seleccionar a los mejores perfiles que competirán por los cargos.
Coincidió en que el Tribunal de Disciplina tiene que ser independiente al Consejo de la Judicatura, porque actualmente nadie ni cuestiona el actuar de los jueces. “Los jueces solo dan su sentencia, pero no explican, ni detallan lo que hacen y cuando alguien hace algo, los tachan a todos así a todos”.
No está claro cómo a funcionar: Flores
Por su parte, Flores Lozano refirió que “no está claro” cómo va a funcionar el comité de evaluación, ni tampoco cómo va ser integrado, lo cual debe ser fundamental en caso de aprobarse la reforma, porque serán los que van a elegir a los candidatos que van a competir para la elección.
Dijo que esto genera desconfianza, pero algo que se pierde de vista es que es la voluntad constitucionalista, es decir, “el pueblo pone, el pueblo quita”, que, si bien a veces se equivoca, los sistemas no siempre se mejoran con reformas, porque lo que se cambian son las leyes, pero no las personas.
Comentó que en si hay dudas en la ciudadanía es porque en el Poder Judicial estatal en donde más asuntos se atiendan, tardan más tiempo y hay más corrupción, mientras que en el federal son menos los casos que llegan, pero se resuelven más rápido.
En tanto, Calva Corro comentó que la reforma se ha venido planteando desde que se hicieron modificaciones al sistema penal y al acusatorio adversarial, por lo que, si bien es necesaria, elegir a los jueces sin exámenes de conocimientos no garantiza que sean las mejores.
“Se requiere una reforma estructural, sí, pero si vamos a darle a la ciudadanía que elija, que lo haga con más idóneos, no que sean una dadiva política, porque los ministros llegan así y seguiría igual si no hay filtros, porque se plantea que el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial propongan 10 diez cada uno, pero sin saber si tienen la preparación”, remarcó.
Precisó que la legislación tiene que dar cumplimiento a las necesidades que se vienen arrastrando por parte de los gobernados desde hace varios años, así como hacer una distinción entre los órganos judiciales federales con los locales, pues la carga de trabajo es diferente debido también al personal que tienen que resultan insuficiente.