El congreso del Estado de Oaxaca, aprobó por mayoría tipificar la violencia vicaria con penas de hasta 13 años de prisión. Mujeres víctimas y sobrevivientes del Frente Nacional contra Violencia Vicaria impulsaron esta modificación al código penal y familiar de la entidad.
Con esta reforma, Oaxaca se convierte en el estado número 17 de México en reconocer este tipo de violencia. La cual, ocurre cuando se ejerce violencia contra una mujer, a través de sus familiares, generalmente, impidiendo el contacto entre la madre y sus hijos.
El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz explicó que con esta reforma, fortalecen el marco legal e institucional contra la violencia hacia las mujeres.
Las sanciones establecidas en el código penal y familiar, van de los 3 a 9 años, sin embargo, pueden aumentar a 13 cuando existan agravantes. Si el individuo recurre al trafico de influencias para ejercer esta violencia o tenga por resultado el suicidio de la mujer, las penas incrementarían en un 50 por ciento.
Además, establece una sanción de 100 a 500 días de la unidad de medida y actualización, así como un tratamiento psicológico a quien cometa el delito.
“Cualquier acto u omisión que, con el objetivo de causar perjuicio o daño a las mujeres, se dirige contra las hijas o hijos, familiares o personas allegadas o ente sintiente significativo para ella, ya sea que se tenga o se haya tenido relación de matrimonio o concubinato; o mantenga o se haya mantenido una relación de hecho con la persona agresora; lo anterior aplica incluso cuando no se cohabite en el mismo domicilio”.
Congreso del Estado de Oaxaca
Oaxaca, invisibilización de víctimas de violencia vicaria
Miembros del Frente Nacional contra Violencia Vicaria, denunciaron mediante redes social que, pese a la tipificación de este delito, quedan un “terrible sabor de boca”. Pues, acusaron, que el gobierno de Oaxaca, invisibilizó la lucha de las mujeres víctimas y sobrevivientes de este tipo de violencia.
De acuerdo con Iliana Brena, activista en Oaxaca, el gobierno “se colgó de su lucha” y nunca “se sentaron a escuchar lo que estaban viviendo”. Por otro lado, agradecieron a los legisladores que les abrieron las puertas y se sentaron con ellas a redactar la iniciativa desde la voz de las víctimas.
