El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró el gobierno de Estados Unidos optó por una “política de responsabilidad y prudencia” al parar las críticas a la reforma judicial.
Durante su conferencia, el mandatario respondió a la pregunta sobre “la pausa” en la relación con las embajadas de Estados Unidos y Canadá, precisando que “no ha habido comunicación” con los representantes diplomáticos de ambas naciones.
Sin embargo, apuntó que desde hace una semana, funcionarios estadounidense no emiten postura sobre la reforma judicial, circunstancia que “celebra”, porque debe entenderse que ningún gobierno extranjero debe intervenir en asuntos que solo corresponden a los mexicanos.
Reiteró que la relación con el gobierno de Estados Unidos continúa, al tiempo que confió que la prudencia mostrada por la embajada de ese país mejorará la comunicación.
López Obrador no descartó que las declaraciones hechas contra la reforma judicial por parte de representantes del gobierno de Estados Unidos surjan como parte de la elección presidencial que concluirá en noviembre en esa nación
El pasado 27 de agosto, el presidente López Obrador anunció que haría una “pausa” a la relación con Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, luego de que el diplomático emitió un pronunciamiento por la reforma judicial.
A decir del embajador estadounidense la reforma al Poder Judicial implica riesgos en la continuidad de inversiones estadounidenses en México.
Además, consideró que abrir la elección de jueces y magistrados a la ciudadanía podría provocar que el narcotráfico impulse perfiles para esa institución.
Como respuesta, el gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), envió un “extrañamiento” a la Embajada de Estados Unidos en la que advierte que el comportamiento de Salazar denotaba un “injerencismo”.