Al destacar la unidad con la que se llevó a cabo el proceso de renovación de la dirigencia del partido, Mario Delgado, presidente nacional de Morena, apuntó que en el cambio de liderazgos, hay un relevo generacional que asegurará el crecimiento del instituto político en los siguientes años.
Afirmó que es muy significativo que Luisa María Alcalde Luján, quien fue la primera líder de los jóvenes en el movimiento, ahora será la dirigente, lo que implica un mensaje poderoso de que Morena tiene este relevo generacional.
El dirigente morenista aseguró que de cara a la siguiente etapa del partido, existen retos fundamentales como que Morena continúe cercano a la gente, que los gobiernos emanados de sus filas den resultados y que, como dijo la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, no se convierta en un partido de Estado.
De igual manera, comentó que hay un proceso de concientización política muy importante al interior de la militancia, lo cual permite que el partido vea hacia el futuro.
Comentó que mientras en el Movimiento de Regeneración Nacional ven hacia adelante y el relevo generacional, los partidos de oposición están peleándose por los pactos que hacen para beneficio de unos cuantos.
Delgado recordó que la institucionalización de la vida interna en Morena a lo largo de los últimos años coadyuvó a la organización del Congreso Nacional con legitimidad.
Recordó que quienes votaron por la elección de los nuevos integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), son representantes de la militancia en todo el país.
Apuntó que los 3 mil congresistas de manera libre y democrática eligieron a la nueva dirigencia, lo que da cuenta de la institucionalidad de que Morena es un partido organizado y con mística.