Al celebrar que 21 congresos locales avalaron la reforma que la Guardia Nacional quede bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que esta modificación es un “avance”.

En su conferencia, el mandatario adelantó que a más tardar, el lunes 30 de septiembre -último día de su gobierno- el decreto de reforma será publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), con lo que los cambios aprobados a la Constitución entrarán en vigor.

Señaló que la reforma dará a la Sedena y a la Secretaría de Marina (Semar) contar con un cuerpo de seguridad que realizará labores de seguridad y permitirá avanzar no solo en acciones para contener actividades delictivas, sino también de protección a la población.

Aseguró que durante su mandato, la Guardia Nacional logró construir 500 cuarteles en el país y con el traspaso a la Sedena, este cuerpo de seguridad actuará con la disciplina de la institución castrense.

Al lograr que más de 17 congresos locales avalaran los cambios a la Constitución, el Senado y la Cámara de Diputados hará la declaratoria de constitucionalidad, etapa en la que los partidos de oposición votarán en contra.

A partir de este cambio, la Guardia Nacional es una “fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial”.

Dentro de las funciones está el que podrán enfrentar a cualquier delincuente, así como a grupos homicidas, extorsionadores y criminales.

Los integrantes de la Guardia Nacional también ejercerán tareas de “seguridad pública” como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, la cual estará delineada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), dependencia que, a partir del 1 de octubre, estará bajo el mando de Omar García Harfuch.

Quienes forman parte de la Guardia Nacional estarán facultados para desarrollar labores de investigación como las policías ministeriales; a su vez, también tengan el beneficio del “fuero militar”.