Este viernes, Joseph Vincent, exinformante de la Administración del Control de Drogas (DEA), fue sentenciado por un tribunal federal de Miami, Florida, a cadena perpetua por su participación en el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, el 7 de julio de 2021 en Puerto Príncipe.
El pasado diciembre, Vincent se declaró culpable de participar en la conspiración para asesinar al presidente de Haití. Detalló que las conspiraciones sucedieron mediante reuniones que desde febrero de 2021 se realizaban en Florida con la participación de exfuncionarios haitianos y colombianos que buscaban derrocar a Moïse.
Las investigaciones de la fiscalía, llevaron a identificar que Vincent, quien tiene doble nacionalidad (haitiano y estadounidense), resaltaba su papel como trabajador del Gobierno de Estados Unidos para aconsejar a sus cómplices sobre el panorama político de este Haití, además de asistir a reuniones políticas y sociales donde alentaba protestas contra Moïse, con el objetivo de derrocarlo.
De acuerdo con su declaración, al no lograr secuestrar al presidente y sustituirlo por Christian Sanon, la madrugada del 7 de julio arribaron a la residencia del presidente, donde un comando de sicarios colombianos disparó contra Moïse hasta matarlo y sin que sus guardaespaldas intervinieran.
Por este caso, Estados Unidos ha condenado a tres personas más; Joseph Joel John, exsenador haitiano; Rodolphe Jaar, un empresario haitiano-chileno; y Germán Rivera, un oficial retirado del ejército colombiano. Mientras que Haití ha detenido a 17 personas, aunque ninguna de ellas ha sido procesada formalmente.
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Tras el asesinato de Joseph Vincent en 2021, este país no ha logrado asignar un nuevo presidente, y ha sido asediado por la violencia, pues tan solo en 2023, cerca de 5 mil homicidios se registraron. La inestabilidad social, política y económica ha obligado a muchos de ellos a salir del país para emigrar a Colombia, México y Estados Unidos.
