El pasado domingo, pobladores de San Miguel Xoxtla denunciaron un pozo clandestino de agua el cuál se está haciendo con maquinaria de Soapap. Señalaron que el suministro cada vez es más escaso por lo que piden a las autoridades atención.
Sin embargo, el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap) ni el ayuntamiento han deslindado responsabilidades al respecto. Pues es realmente preocupante que ante la crisis hídrica se sigan abriendo pozos sin consultar a las poblaciones.
En dicha demarcación ya hay tres pozos en operación, los cuales actúan bajo la vía legal. Sin embargo, este último no cuenta ni con permisos de operación por parte de la empresa Agua de Puebla o Soapa y menos de la Comisión Nacional de Aguas (Conagua).
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La mayor preocupación de los pobladores es que les empiece a fallar la llegada del vital líquido. Por ello, una posible solución ante este tipo de conflictos es que realicen consultas diversas para definir el rumbo de este tipo de proyectos.
Seguir cavando pozos de manera indiscriminada y arbitraria no va a dejar nada bueno. Es ahí donde está el reto de las autoridades, en saber mediar entre el desarrollo industrial y la generación de empleos y el bienestar de los pueblos.
De lo contrario, pasará como en los estados del norte del país que ya sufren de esta crisis puesto que se benefició sólo a la industria y se buscó el equilibrio entre los municipios. Más en estos tiempos donde se junta con la crisis ambiental.
