Dieron inicio las campañas electorales en Puebla para la gubernatura, alcaldías de los 217 municipios y diputaciones locales. Con actos públicos y publicaciones en redes, desde el primer minuto, los candidatos arrancaron con todo.
Podríamos decir que en general las campañas se mantuvieron en un aparente estado de calma. Nada pasó de las tensiones “normales” entre los partidos, los ataques no pasaron de señalar “errores” que fueron culpa de sus respectivos mandatos o de sus partidos.
Sin embargo, en los eventos masivos, donde se puede observar la simpatía de cada participante en la disputa electoral despierta. Es donde se palpan los ánimos y el empuje con el que llegan.
Así podemos ver que, a pesar de haber comenzado varias horas antes, la coalición “Mejor Rumbo para Puebla” integrada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD) y Pacto Social de Integración (PSI), tuvo una mayor presencia.
Esto fue evidente en el mitin organizado en la Plaza Victoria en los Fuertes de Loreto, un lugar icónico para el panismo en Puebla y que durante el sexenio de Rafael Moreno Valle se invirtió en su desarrollo.
Allí, en ese primer evento, la “alianza opositora”, como se autodenominan, superó en número de asistentes al evento de Alejandro Armenta Mier, de la coalición “Sigamos Haciendo Historia“, que tuvo lugar en el interior del estado, en la demarcación de Izúcar de Matamoros.
A pesar de contar con la candidata a la presidencia número uno en las encuestas, Claudia Sheinbaum Pardo, el evento de Armenta Mier no fue multitudinario ni, de bote pronto, se acercó en número al evento de Rivera Pérez.
La situación fue diferente en su segundo acto. En San Martín Texmelucan, el panismo no tuvo mucho éxito. Solo reunieron alrededor de 300 personas en el zócalo para llevar a cabo la campaña en compañía de Xóchitl Gálvez Ruiz.
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Con Armenta Mier, en el arranque de la campaña de José Chedraui Budib, la situación pareció mejorar. Desde Agua Santa, se llevó a cabo un evento que, aunque duró mucho tiempo, antes de que terminara comenzó a dispersarse la gente.
La campaña electoral durará 60 días y en este primer día, lejos de ver iniciativas, planteamientos o discusiones, los candidatos salieron casi con parsimonia. La finalidad, evaluar cómo están los ánimos de la ciudadanía. Lo bueno apenas está por comenzar.
