El dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, lamentó que José Chedraui Budib, se incorpore a Morena para buscar ser candidato a la alcaldía de Puebla, a quien no le auguró éxito; dejará en manos de los militantes solicitar su expulsión.
Al ser entrevistado en el Congreso del estado, el también diputado local expuso que en el Frente Amplio por Puebla hubo muchos amagos del ahora expriista por irse y ahora se cumplió, pero “tenemos a Lucero Saldaña y un servidor, quien también levantó la mano, estamos haciendo las mediciones y están corriendo las encuestas en el gobernador (…) de ahí les vamos a decir de que se trata y dónde vamos a jugar”.
Negó que Chedraui Bubid se vaya a Morena porque no le cumplieron el capucho en PRI, “lo invitaron a participar “y como muchos priistas con el canto de las sirenas, pues al final la hacen cambiar de opinión y al final no se llega a buen puerto”.
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Puntualizó que “Pepe Chedraui” no había refrendado su militancia desde el 2022 al Revolucionario Institucional, pero no importaba porque estaba incondicionalmente con el partido, por lo que su expulsión corresponderá a un militante si lo cree conveniente y que la comisión de justicia partidaria lo analice.
Sostuvo que Morena hace a un lado a sus “cuadros” para reciclar priistas del viejo régimen que le hizo mucho daño a Puebla y que no lo queremos.
Culpa del Frente
En tanto, el líder de la bancada priistas, Jorge Estefan Chidiac Charbel, lamentó la salida que se vaya Chedraui Budid, pero es consecuencia de que el Frente no se abrió para elegir al mejor perfil para la alcaldía de Puebla, reconociendo que era el mejor postulado del tricolor.
Indicó que ahora compete ver cómo se elegirá al abanderado de la coalición, “mediante una competencia real o una designación, porque el PAN dice qud va a poner a todos a la gubernatura y alcaldía de Puebla”.
En tanto, la senadora por el PRI, Nancy de la Sierra Arámbulo, llamó a Chedraui que haga un análisis profundo, porque en Morena no es lo que se prometió, se convirtió en un partido del levanta dedos y de designaciones con mano alzada.
Deslindo al PRI de no ver el potencial del ahora exmilitante, por lo que culpó a la coalición de no hacer lo propio.
