A cinco años de que la CNDH emitió la recomendación por la contaminación del río Atoyac, organizaciones señalaron que hasta el momento no se ha cumplido pues se siguen violando el derecho a un medio ambiente sano .
Integrantes de la Coordinadora por un Atoyac con Vida y del Centro Fray Julián Garcés recordaron que en julio de 2011 interpusieron una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por los efectos de la contaminación en la población, generados por los corredores industriales en la Cuenca del Alto Atoyac, específicamente sobre enfermedades y muertes.
La recomendación 10/2017 se difundió seis años después, siendo significativa al establecer que, efectivamente, existe una relación entre la contaminación y las enfermedades en la zona.
La CNDH refirió al respecto que “las altas concentraciones de contaminantes químicos y biológicos que son descargados a los Ríos Atoyac y Xochiac, y sus afluentes, provenientes tanto de descargas de carácter municipal como industrial y, además, tiene severas repercusiones contra la población humana, cuya salud se ve comprometida por la exposición a contaminantes de origen químico o biológico”.
Sin embargo, las organizaciones indicaron que no se ha dado cumplimiento sobre la recomendación que se interpuso y refirieron que “es claro” que sus derechos están siendo gravemente violentados.
Piden seguir con el cumplimiento de la recomendación
Por ello, demandaron la participación de la CNDH retomando lo que el artículo 139 de su reglamento interno, que señala “una vez expedida la recomendación, la competencia de la comisión nacional consiste en dar seguimiento y verificar que ella se cumpla en forma cabal”.
Tras cinco años de la recomendación, se ha establecido un Grupo de Coordinación Interinstitucional primordialmente federal, pero no fue por el resultado de la recomendación sino del proceso de denuncia de la organización Toxitour México 2019.
Por tanto, al menos diez organizaciones, entre estas las ya mencionadas, y académicos pidieron el seguimiento “puntual y profundo” al cumplimiento de la recomendación que hoy, a cinco años de su emisión, sigue claramente sin cumplirse.
Por Fernando Cortijo
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