Entre incógnitas por su formación y el olvido, el socavón de Santa María Zacatepec, en el municipio de Juan C. Bonilla, cumplió un año de aparición este domingo; inició como un hoyo de ocho metros, que pasó rápidamente a 60 y que hora mide 126 metros en su eje mayor.
El hundimiento inició la noche del 29 de mayo de 2021, en terrenos de cultivo ante el asombro de pobladores y temor de quienes vivían ahí cerca; sin embargo, para el 30 de mayo ya medía 60 metros de diámetro, por lo que autoridades policiales y de Protección Civil estatal acudieron a la zona para iniciar con las indagatorias y comenzar el cerco pues la zona de un momento a otro se llenó de curiosos.
A continuación, iniciaron las hipótesis y estudios de su formación: algunos pobladores señalaron que la posible causa sería que en la zona antes hubo un ameyal que estaba volviendo a nacer; una segunda razón sería la sobreexplotación de mantos acuíferos, lo cual fue desmentido por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que, en su intervención al caso, señaló que se trató de un proceso natural de disolución de rocas calcáreas y descartó la explotación del agua.
Más tarde, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) señalaron que la extracción del agua, las sequías que se registraron tres años antes y las lluvias que en 2021 hubo eran la causa de la formación; un día después, la institución aclaró que el dictamen había sido elaborado, no por ésta, sino por investigadores de la misma, al tiempo de deslindarse.
Un año de incógnitas sin resolver
Al lugar llegaron más investigadores, incluso de otras naciones, sin embargo, hasta el momento no hay una razón 100 por ciento confiable de por qué se formó el socavón.
Por su parte, pobladores y visitantes se maravillaron del fenómeno y su crecimiento, por lo que pronto se habló de un nuevo lugar turístico; se crearon las gorditas y el pan del socavón, varias casas comenzaron a fungir como miradores y, por un momento, fue la gran atracción de Puebla.
La historia de Spike y Spay, dos perritos que cayeron mientras jugaban también atrajo las miradas de miles, quienes en persona y a través de redes sociales siguieron el rescate; Spay tenía dueños y, tras su rescate, regresó con ellos, mientras que, tras la difusión en medios, Spike, una perrita “callejera”, pudo ser adoptada.
Sin embargo, las cosas cambiaron pronto, pues las autoridades han reiterado en varias ocasiones que el socavón no es una atracción turística, debido a que podría haber más desprendimientos, por lo que en diciembre del año pasado la zona fue acordonada y las personas desalojadas.
Socavón dejó de ser atracción
Tras un año, el lugar luce completamente diferente, más solitario que antes, pues las familias que ahí vivían decidieron irse a vivir a otro lado por miedo a que el gran hoyo se haga más grande, además de que se acabaron los puestos y turistas y solo una patrulla vigila la zona para evitar que los curiosos se asomen.
Este mes, la familia cuya casa fue tragada por el socavón recibió las llaves de su nueva vivienda, la cual costó 869 mil pesos, mientras que otros pobladores que ahí tienen sus cultivos pueden seguir sembrando, pero con prácticas manuales, por lo que aún siguen temerosos de perder sus predios si en algún momento el socavón sigue creciendo.
Ante la temporada de lluvias, el gobierno de Puebla anunció que el socavón está siendo monitoreado por posibles desgajamientos por el reblandecimiento de la tierra, aunque hasta el momento, sus medidas siguen siendo las mismas: 126 metros en su eje mayor y 123 en el menor, mientras que al interior todavía hay un espejo de agua, aunque con un nivel bajo.
Este domingo, integrantes de Pueblos Unidos marcharon en frente a la empresa Bonafont exigiendo su salida, al acusarla de “saqueo”.
Editado por: GDLRP
R: DJ
