La propuesta de reforma eléctrica del presidente, Andrés Manuel López Obrador, busca modificar esquemas como el “autoabasto”, los certificados de energías limpias, el orden del despacho de la luz, subsidiarias de CFE y organismos autónomos, entre otros.
Lo anterior, debido a que tanto el mandatario como funcionarios los han señalado por representar importantes pérdidas para la empresa productiva del estado, mismas que ascenderían a 490 mil millones de pesos, según datos del director de CFEnergía, Miguel Reyes Hernández.
Asimismo, el gobierno federal ha advertido que de no modificarse dichos esquemas, la CFE tendría una participación en el sector de apenas el 16 por ciento, para 2029, con lo que estaría al borde de su eliminación.
En primer lugar, el autoabasto es un mecanismo “ilegal” mediante el cual generadoras de electricidad fingen tener socios, incluso con participaciones desde un dólar, que en realidad son sus clientes y grandes empresas, como Walmart y Oxxo, con lo que reciben beneficios como no pagar el porteo (la transmisión).
En total, según el gobierno, existen 239 centrales de autoabastecimiento con 77 mil 767 grandes consumidores “socios-clientes” que evitan pagar las tarifas reales por el servicio; por ejemplo, Oxxo paga la electricidad a 90 centavos el kilowatt-hora, 155 por ciento menos que un hogar de clase media, cuya tarifa es de 2.3 pesos.
Mercado marginalista y orden en despacho
Por su parte, con la reforma energética de 2013 el mercado eléctrico en México se constituyó como uno “marginalista”, con lo que la última central de generación en entregar energía eléctrica al sistema es la que determina el precio a pagar por la energía a todas las demás centrales que hayan generado, independientemente del precio ofertado por cada generador o la fuente de energía.
Como consecuencia, las empresas privadas eólicas y solares tienen prioridad en el “despacho”; es decir, en subir la luz que producen, ya que presentan los menores costos variables, al no requerir de combustibles para funcionar, mientras que las hidroeléctricas de la CFE están relegadas, pues no son consideradas “limpias”.
De acuerdo con Reyes Hernández, el actual esquema de despacho no toma en cuenta los costos reales de generación, pues si lo hiciera las hidroeléctricas tendrían que despachar su energía antes que las plantas eólicas y solares, por lo que busca ser cambiado con la reforma eléctrica.
Productores Independientes de Energía
Debido a que la empresa productiva del estado mantiene subutilizadas sus hidroeléctricas por el mecanismo anterior, la demanda de su energía es mayor a su oferta, por lo que tiene que comprar luz a 35 Productores Independientes de Energía, a tarifas crecientes por un plazo de 25 años.
Los convenios están establecidos en dólares y con el riesgo cambiario, los costos suben; la empresa productiva del estado reportó pérdidas por 222.9 mil millones de pesos, en 2020, sumados a los 215.4 mil millones por no “subir” la luz que produce.
Paga 6 mil mdp a privados por CEL’s
De acuerdo con el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la institución tiene que comprar Certificados de Energías Limpias (CEL’s) por los cuales ha pagado 6 mil 159 millones de pesos a privados, por lo que son otro subsidio.
Lo anterior, a pesar de que la empresa productiva del estado tiene 60 hidroeléctricas, pero que no son consideradas energía limpia, pues la ley vigente plantea que sólo las centrales eléctricas que entraron en operación después del 11 de agosto de 2014 tendrían derecho a recibir los certificados o bien aquellas que funcionan con anterioridad pero que hayan invertido en aumentar su producción limpia.
Subsidiarias de CFE, créditos a privadas y organismos autónomos
Otros mecanismos que el gobierno federal y funcionarios han denunciado como dañinos son que con los cambios a la Constitución en 2013 se dividió a la CFE en seis empresas productivas, se les dio autonomía y se les puso a competir, mientras que la mayoría privados han sido financiados por la Banca de Desarrollo del país y con recursos de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).
Asimismo, con la reforma energética se otorgaron permisos sin una correcta planeación, por lo que se generó una sobreoferta del triple de la demanda eléctrica pronosticada para 2024.
Otro punto que el gobierno federal busca eliminar con la reforma eléctrica son las comisiones Reguladora de Energía (CRE) y Nacional de Hidrocarburos (CNH), a las cuales ha acusado de servir a interés de las empresas.
