El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que será un juez quien resuelva si existe algún delito en las transferencias de 26 millones de pesos que recibió el exmandatario Enrique Peña Nieto, entre 2019 y 2021, pues reiteró que su gobierno no persigue.
En su conferencia de prensa matutina, subrayó que su administración no fabrica delitos a nadie y recordó que desde que tomó posesión fijó su postura de que “sólo si el pueblo lo pide” enjuiciaría a expresidentes.
Señaló que “es muy importante actuar con responsabilidad para no hacer juicios sumarios”, pero al mismo tiempo ser transparentes, por lo que se decidió informar sobre las operaciones que realizó Peña Nieto.
Y es que este jueves, Pablo Gómez Álvarez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), informó que de acuerdo con análisis y reportes, el extitular del Ejecutivo, recibió transferencias por 26 millones de pesos y participa como accionista de dos empresas con familiares, que presentan algunas irregularidades.
Señaló que al respecto ya se presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR), misma que abrió una carpeta de investigación.
López Obrador mencionó que la instrucción que tiene el titular de la UIF es que toda información vinculada con personas políticamente expuestas debe ser analizada y entregada a la FGR.
Comentó que en sexenios como el de Carlos Salinas de Gortari se apostó “al espectáculo” o al “escándalo”, deteniendo a importantes personajes, pero terminó entregando bienes de la nación.
