Este 2 de octubre se conmemoraron los 54 años de la matanza en Tlatelolco, por lo que se llevaron a cabo una serie de marchas en diferentes partes del país donde se pide justicia por este acto, así como la desaparición de los 43 estudiantes en Ayotzinapa.
De esta manera, cada año la gente recorre las calles en este día como una forma de recordar que, a pesar del tiempo transcurrido y de no existir quien asuma la responsabilidad de estos actos, no olvidan que México sigue siendo un país con desaparecidos diariamente, con casos sin esclarecer.
Asimismo, este domingo, durante las distintas marchas, se podían escuchar consignas como: “Ni perdón, ni olvido” “Fue el Ejército”, “Castigo a los asesinos”, “No le temo a la represión del Estado, le temo al silencio del pueblo”, “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”
Además, se pudieron observar algunas pintas en las paredes de los lugares por donde pasaban, como una forma de visibilizar, no solo la matanza de Tlatelolco, algunas más como “El Halconazo”, la matanza de Acteal y la más reciente, la desaparición forzada de 43 normalistas en Ayotzinapa.
Por otro lado, esta forma de alzar la voz, sigue siendo un constante recordatorio de todos los casos que aún no consiguen hacerse justicia, ni hacer pagar a algún culpable.
¿Qué pasó el 2 de octubre de 1968?
Tras una serie de riñas entre preparatorias del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), elementos policiacos quisieron entrar por la fuerza y arremeter en contra de los estudiantes, lo cual representó una violación a la autonomía.
A partir de ese momento, se comenzaron a realizar manifestaciones y tomas de espacios donde se exigía justicia por los estudiantes heridos, así como libertad a los presos políticos que nunca fue concedida. Por ello, el movimiento del 68 dio inicio a una serie de marchas, pacíficas, silenciosas, pintas, cualquier forma en la que pudieran hacer visible lo que pasaba.
Finalmente, se reunieron estudiantes de la UNAM e IPN, tanto de preparatorias como de universidades, amas de caso y trabajadores, en la Plaza de las Tres Culturas en la Delegación Cuauhtémoc en lo que es ahora la Ciudad de México, donde vestidos de civiles, identificados con un guante blanco, fueron los enemigos encubiertos quienes dieron la orden de atentar contra la vida de quienes estaban reunidos en este lugar.
Fue así como el 2 de octubre de 1968, miles de desaparecidos y muertos fueron víctimas de este acto de represión que, 54 años después, siguen siendo recordados.
¿Y los responsables de Tlatelolco?
A pesar de que el ex presidente de México y culpable del 68, Gustavo Díaz Ordaz, asumió la culpa por este caso casi un año después en su quinto informe, el único castigo que recibió fue un arresto domiciliario, en donde diligentes que sobrevivieron a Tlatelolco, se quedaban afuera de su casa a leer nuevamente los cargos que se le imputaban.
Cabe recordar que, Luis Echeverría, ex presidente de la República sucesor de Díaz Ordaz, murió el pasado 10 de julio del año en curso a los 100 años de edad, quedando impune por su responsabilidad con las masacres de Tlatelolco y “El Hacolnazo” el 10 de junio de 1971.
En 2004, se emitió una orden en contra de Echeverría, en donde negó sus cargos por genocidio y tras una votación para saber si se le inculpaba o no, resultó lastimosamente favorable para el ex presidente, quien, hasta el día de su muerte, no recibió castigo alguno.
LPR
