Para 2023, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) prevé tener un presupuesto de 7 mil millones de pesos y, entre sus prioridades, estará la atención a las necesidades en materia de infraestructura y mejorar la conectividad de los campus regionales.
Así lo señaló este lunes, en un encuentro con medios de comunicación, la rectora María Lilia Cedillo Ramírez, quien indicó que aún falta que el paquete sea aprobado, pero confió en que las “buenas cuentas” que ella está entregando sobre el manejo de las finanzas de la institución sea una aliciente para la asignación del presupuesto.
“El año pasado fue un presupuesto de alrededor de 7 mil millones de pesos el que se etiquetó. Estamos esperando que sea una cantidad similar, aunque obviamente todos los que trabajamos aquí en la BUAP lo que deseamos es que se dé un incremento”, expuso.
Refirió que, cuando llegó a la rectoría, la pandemia del Covid-19 estaba en su pico y detectó que no era lo mismo trabajar a distancia que de manera presencial, por lo que en el último año se han hecho visible una serie de necesidades, en docencia, investigación, así como en extensión y difusión de cultura.
Hay que buscar igualación entre CU y campus regionales
Indicó que se tienen que buscar los equilibrios para seguir avanzando, por lo que en materia de docencia y atención a los alumnos, es la de mayor peso y prioridad, por lo que se proyecta mejorar las condiciones de los complejos regionales, en donde sus estudiantes tienen que desarrollarse en formas iguales a los campus de Puebla.
Dijo que deben gozar de una buena infraestructura y es uno de los retos que se tienen, ya que se busca incrementar la matrícula de estudiante, por lo que se está haciendo una evaluación sobre la pertinencia de los programas académicos que hay en los complejos regionales, esto con el fin de determinar qué profesionales se requieren en cada uno de los lugares donde están asentados.
Cedillo Ramírez explicó que una de las obras que se pondrán en marcha es la construcción del plantel para albergar la preparatoria Emiliano Zapata de San Martín Texmelucan, pues actualmente son dos edificios, uno para tomar clases y otro para laboratorios, pero con una distancia de 2 kilómetros y los alumnos tienen que trasladarse continuamente, por lo que buscan optimizar los tiempos y tener mejores condiciones de seguridad.
De igual forma, informó que se tiene contemplado un edificio en Chignahuapan y en el complejo de Tehuacán, donde se tienen necesidades en la preparatoria, las cuales son distintas a las de la capital y se tienen que fijar que sea conforme a la región.
En Puebla, ya no hay para donde crecer, dice
“En Puebla, el problema que tenemos ahorita es que ya no tenemos lugar a dónde crecer, entonces sí vamos a tener mucha cautela de atender necesidades que hay, pero también si tenemos espacio disponible para ello”, expresó.
Por ello, resaltó que por el momento se tienen contemplado la reconstrucción de laboratorios en las diferentes escuelas y facultades, la rehabilitación de espacios deportivos de la universidad, así como el mantenimiento de algunos edificios en el Centro Histórico, ya que es muy costoso y se tendrá que destinar un recurso importante.
Agregó que igual se tendrá el mantenimiento de equipos de laboratorio, el cual es muy costoso, así como a publicaciones en revistas de alto impacto, que en promedio es entre 20 y 30 mil pesos, para lo que habrá una buena parte del presupuesto, así como al apoyo de equipos multidisciplinarios de investigación.
La rectora refirió que como parte del plan que se tiene, es que se fortalecerán los programas de atención a los estudiantes, pues la pandemia de Covid-19 mostró que un buen número de jóvenes ha tenido depresión y angustia, incluso algunos con estados emocionales muy graves.
Recordó que la sesión del Consejo Universitario donde se decide el fin del presupuesto será en enero, en donde se tendrá de manera concreta el monto exacto que se tendrá y en la que presentará propuestas que confía que sean aceptadas.
