El ayuntamiento de Puebla no buscará recuperar la certificación Tipo Infección Federal (TIF) y, por el contrario, se enfocará en tres de estándares de calidad, con el fin de tener “número positivos” y no poner tantas restricciones a los introductores de cabeza de ganado.
Así lo dio a conocer, durante la firma de convenio con la Escuela Superior de Medicina Veterinaria y Zootecnia, el alcalde Eduardo Rivera Pérez, con el que estudiantes podrán realizar actividades extraescolares y se vinculen al área que les corresponde para mejorar la relación laboral y educativa.
El edil comentó que el rastro se recibió en malas condiciones y con baja actividad, por lo que se tuvieron que invertir 7 millones 669 mil 461 pesos para la rehabilitación de las instalaciones como mejoramiento a la imagen urbana del lugar; las vías de acceso, el patio de maniobra, el estacionamiento, los andenes de descarga y el paradero contaron con intervenciones a nivel estructural.
Agregó que tan solo en los últimos tres meses incrementó 335.3 por ciento la capacidad del servicio, al pasar de 170 a 570 sacrificios de animales como cerdos, bovinos, caballos, borregos y búfalos, por lo que buscarán que se mantenga.
Por ello, resaltó que su administración buscará certificaciones con estándares de calidad como son la ISO 90001, la de seguridad e inocuidad alimentaria FSSC 22000 y la ISO 14000 que es para trabajar a favor del medio ambiente, al recordar que en 2020 la gestión pasada perdió la TIF.
Aunado a esto, dijo, con el convenio que se firmó se permitirá que futuros profesionistas del área se sumen a los equipos de trabajo que vigilan los procesos de sacrificio, para que coadyuven a garantizar la inocuidad e higiene de la carne que se comercializa en Puebla.
Van por autosuficiencia
Por su parte, en entrevista aparte, el administrador General del Rastro, Miguel Ángel Estrada Calderón, señaló que el inmueble “había sido abandonado”, por lo que tan solo al cierre de 2021 se tuvieron que erogar más de 45 millones de pesos por su funcionamiento debido a que estuvo operando en números rojos.
“Los estados financieros son al año, ahorita lo que estamos luchando es que no cueste, que sea una de las pocas áreas que, en lugar de ser costoso, que sean autosustentable y la única forma de hacerlo es vender matada, dando servicio y con un esquema de control sanitario y facilidades a los introductores”, asentó.
Explicó que si no se buscará la certificación TIF es porque con ésta se tiene ciertas características, como que sea solo para clientes que le interesen la exportación de la carne, lo que le complica al rastro porque en su mayoría el ganado es de traspatio.
Mientras que al ser TIF exige cierta documentación que no todos la tienen, por lo que es mejor buscar certificaciones con las que los introductores puedan cumplir y, a su vez, se tengan garantías de que la carne tiene los estándares de calidad para el consumo de las personas.
R:CB
