Regidores morenistas autodenominados “G5” acusaron a sus compañeros del cuerpo edilicio de recibir sobornos para aprobar una ampliación presupuestal al rastro municipal, con la excusa de que era para conservar la certificación TIF, la cual perdió el ayuntamiento.
Lo anterior la mañana de este martes, unas horas después de que la alcaldesa capitalina, Claudia Rivera Vivanco, anunciara que el matadero dejaría el modelo Tipo Inspección Federal (TIF) y se quedaría en el esquema de Tipo Inspección de la Secretaría de Salud (TSS), pues no resultaba rentable.
En rueda a medios, el concejal Roberto Eli Esponda aseguró que algunos de sus compañeros recibieron estos supuestos sobornos para destinar 12 millones de pesos extra a Industrial de Abastos de Puebla (IDAP), en 2020, aunque no especificó cuantos regidores estarían implicados y evadió dar nombres.
“Nosotros sabemos que para aprobar esta ampliación regidores recibieron hasta 200 mil pesos. Nos mandaron imágenes, de los billetes de a 200, que recibió una regidora. Obviamente no quieren denunciar, que corre en riesgo su trabajo de estas personas”.
Es de mencionar que esta mañana, previo al posicionamiento del “G5”, la alcaldesa dio una conferencia a medios en la que se dio a conocer que, en lo que va de 2020, se han sacrificado solo 75 cabezas de ganado de res, lo cual atribuyó a la “exigencia” de la norma TIF.
Por otra parte, Eli Esponda y sus correligionarios del “G5”, Martha Ornelas Guerrero y Edson Cortés Contreras, reprobaron que la edil acudiera al Congreso local, ocupado por feministas, para dar el espaldarazo al movimiento, pues -sostienen- hay otros temas “importantes” que atender en la Comuna.
