Violencia contra estudiantes LGBT en la BUAP se minimiza y normaliza: ONG
Violencia contra estudiantes LGBT en la BUAP se minimiza y normaliza: ONG. Foto: Especial
Violencia contra estudiantes LGBT en la BUAP se minimiza y normaliza: ONG
Violencia contra estudiantes LGBT en la BUAP se minimiza y normaliza: ONG. Foto: Especial

La violencia dirigida hacia personas LGBT en la BUAP es poco reconocida e incluso se normaliza, pues aunque las autoridades universitarias tienen conocimiento de las agresiones se hace caso omiso y los estudiantes aprenden a sobrevivir en un ambiente hostil.

Así se documentó en el estudio Violencia escolar contra estudiantes LGBT en México, elaborado de manera conjunta por Fundación Arcoíris y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en dicho análisis varios especialistas aportaron datos sobre prácticas discriminatorias en contextos escolares del país.

De acuerdo con el estudio, la BUAP cuenta con diversas oficinas que directa o indirectamente están encargadas de atender los problemas relativos a las múltiples formas en que se expresa la violencia a su interior, sin embargo al cuestionar a los universitarios respecto de las dependencias a las que pueden acudir en caso de sufrir algún evento de violencia, en general no se refieran a ninguna de estas, ya sea porque desconocen su existencia, o porque no consideran que estas instancias resuelvan efectivamente esos casos.

Universitarios no denuncian

Puntualizó que en la gran mayoría de los casos, la percepción universitaria es que resulta inútil presentar ese tipo de denuncias, por lo que es preferible solucionar directamente la situación o intentar esquivar los ataques.

La investigación señaló que a partir de la investigación que se llevó a cabo en la BUAP, lo que se pudo documentar fueron múltiples expresiones de violencia sexual y de género que incluían expresiones de clasismo y racismo.

Indicó que instituciones como la BUAP, no reconocen las especificidades de los diversos sectores de la población estudiantil que la componen y por tanto termina negando la existencia de muchos otros, como la población indígena, la de diversidad sexual, las personas con alguna discapacidad. Lo que conlleva a que no existan políticas de atención a esos sectores específicos.

Por ejemplo, el Plan de Desarrollo Institucional para el periodo 2017- 2021 de la Máxima Casa de Estudios de Puebla hace escasas menciones a estos aspectos cuando se refiere a un plan de inclusión en el que no es considerada la orientación sexual como un aspecto importante. Dice el documento: “El Programa de Grupos Vulnerables tiene registrados a 355 mujeres y 139 hombres sumando un total de 494 jóvenes a quienes se les proporcionan apoyos diversos.”

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