El gobierno de la Ciudad de México determinó retomar el cobro del servicio de agua potable, concesionado a cuatro empresas privadas desde 2004, y aplicará este decisión a partir de junio próximo con miras a modernizar infraestructura y ahorrar.
Así lo dio a conocer este martes la jefa de gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum Pardo, quien afirmó que este decisión se toma tras “una evaluación muy profunda y un estudio que hemos estado realizando prácticamente por un año, más o menos”.
En consecuencia, los contratos de concesión no serán renovados y el cobro del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) pasará al gobierno de la ciudad.
Aseguró que este cambio no generará aumentos en el servicio y que los trabajadores de las concesionarias podrán mantener su empleo.
Asimismo, estimó que, para 2022, habrá un ahorro para el gobierno de aproximadamente 380 millones de pesos respecto a lo que se pagó hasta 2020.
En contraste, en Puebla se mantendrá la concesión del servicio de agua potable y su cobro de manera indefinida, pues la bancada de Morena en el Congreso local reconoció que no cumplirá su promesa de cancelar dicho contrato.