El presidente, Andrés Manuel López Obrador, envió una carta a Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien preside la SCJN y el CJF, para que informe e investigue al juez que concedió la suspensión, por un amparo, de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario leyó la misiva, en la que solicita al Consejo de la Judicatura Federal (CJF) que “determine e informe si a la autoridad judicial mencionada le correspondía aplicar de manera oficiosa la suspensión a quienes no lo solicitaron y si es de su competencia o no resolver sobre el caso”.
En el escrito, el presidente también pidió que si su demanda es “legalmente procedente” el CJF realice “una investigación para esclarecer la actuación del juez”, Juan Pablo Gómez Fierro.
En Palacio Nacional, López Obrador señaló que alrededor de la cesación actúan “personajes del viejo régimen”, como la empresa española Iberdrola, Claudio X. González y José Ramón Cossío Díaz, exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Cabe mencionar que la suspensión, solicitada por medio de un amparo por la firma Parque Solar Orejana, ocurrió un día después de que la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica entró en vigor, y postergó sus efectos hasta el próximo 18 de marzo.
Existe un “buró jurídico” que busca suspender obras
El mandatario refirió que se ha conformado un “buró jurídico” que, por medio de amparos, busca suspender obras como el Tren Maya y la propia reforma eléctrica, por lo que él ejercerá “sus facultades a plenitud”, en búsqueda del interés general y no sólo de las empresas.
Explicó que en el caso de Claudio X. González siempre ha sido opositor a su proyecto, mientras que Cossío Díaz aprobó resoluciones “injustas” cuando fue ministro de la SCJN, como en los casos de la guardería ABC, la protección a Enrique Peña Nieto por violaciones graves a derechos humanos en Atenco, Estado de México, entre otras.
Reiteró que la reforma eléctrica busca garantizar que no aumenten los precios de la luz, pues las empresas vendían a precios altos y eran subsidiadas; además, de que las firmas españolas llegaron a “querer vernos de nuevo como colonia” y que “sí fue mucho el atraco”.
En ese sentido, reafirmó que se pueden seguir haciendo negocios, pero con “ganancias razonables”; “dar un soborno o no cumplir un contrato, así como cobrar más por una obra no es negocio, es corrupción”, puntualizó.
