El presidente, Andrés Manuel López Obrador, señaló que aceptaría modificaciones a la reforma eléctrica, como planteó el grupo parlamentario plural en el Senado, siempre y cuando se conserve su “esencia”, que es la “rectoría” del estado en la industria.
En su conferencia de prensa matutina, explicó que la iniciativa es lo que más conviene al país y una oportunidad para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), deteniendo la privatización del sector.
Aceptó posibles modificaciones a la propuesta, pero manteniendo los postulados de que la industria eléctrica sea “estratégica y propiedad de todos los mexicanos”, así como que la generación y distribución “no tengan propósitos de lucro”.
El grupo parlamentario plural, formado por cinco senadores, entre ellos la poblana Nancy de la Sierra Arámburo, se reunió el pasado martes con el secretario de Gobernación (Segob), Adán Augusto López, y señalaron que votarían a favor de la reforma siempre y cuando se le realicen los cambios que ellos proponen.
La propuesta, con la que se busca realizar cambios a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, postula que la CFE maneje el 54 por ciento del mercado y que la explotación y propiedad del litio sean exclusivas del gobierno, entre otras cosas.
No hablan del litio porque quieren concesionarlo
El mandatario sostuvo que muchos opositores a la iniciativa no hablan del litio, pues “no les conviene ni les gusta” que pueda ser propiedad de la nación y quisieran concesionarlo como el oro o la plata.
Descartó que si la reforma es aprobada exista una fuga de inversiones, ya que el 46 por ciento del mercado que manejarían las generadoras privadas “equivale a toda la electricidad que consume Argentina”, por lo que “deberían estar agradecidos”, aunque se quedaron con “la mala costumbre de robar a manos llenas”.
Recalcó que no se trata de una nacionalización, sino sólo de fortalecer a la CFE, pues de otra manera no se garantizarán precios de la luz justos ni se ordenará el mercado.
