Por: Dra. Laura Angélica Bárcenas Pozos

En el semestre que está por concluir, los académicos y estudiantes universitarios hemos hecho esfuerzos extraordinarios para atender los procesos educativos, ya en modalidad híbrida, que ha representado, también, un esfuerzo para favorecer los procesos de enseñanza y aprendizaje en estos tiempos pandémicos. A partir de un sondeo que realizamos en la Ibero Puebla sobre esta experiencia encontramos áreas de oportunidad para mejorar la atención a estudiantes, pero descubrimos algunos hallazgos de cosas que hemos hecho bien y que quiero compartir en este artículo, pues debemos reconocer que todos estamos aprendiendo.

En este sondeo preguntamos sobre tres aspectos, el primero fue sobre la experiencia pedagógica, otra fue sobre el uso de las herramientas tecnológicas en los procesos de enseñanza-aprendizaje y la tercera dimensión indagó sobre los aspectos socioemocionales. Para esto se encuesto a estudiantes y docentes de la Prepa, la Licenciatura y el Posgrado, siendo un total de 251 profesores y de 722 estudiantes.

En cuanto a la dimensión pedagógica se encontró que los procesos educativos en nuestra institución en la modalidad híbrida han sido favorables, los alumnos y profesores refieren que lo más valioso ha sido el reencuentro social, tener la posibilidad de escuchar a los profesores o alumnos en vivo y a todo color ha sido lo más significativo. Los profesores refieren que sus alumnos han aprendido y los alumnos que han aprendido contenidos que los preparan para la vida profesional, o bien para la universidad. En esta dimensión llamó la atención que se observó que los profesores están aprendiendo el uso de diversas herramientas tecnológicas para favorecer el aprendizaje, mientras que los alumnos han ganado en autonomía y autogestión para fortalecer sus propios aprendizajes. Esta dimensión era una de las que más nos preocupaba, sin embargo, parece que hemos cumplido a cabalidad con la misma.

Por otro lado, la dimensión tecnológica es la que, probablemente, presenta mayores áreas de oportunidad, pues a pesar de los esfuerzos que hicieron docentes y estudiantes, además de la institución al proporcionar la cámara streaming que se adquirió y se instaló en casi todas las aulas, representó algunos problemas en su uso, no por la propia cámara, sino por el uso que se le dio. Por ejemplo, algunos estudiantes refieren que cuando tomaban la clase de forma remota, no siempre escuchaban al docente, pues él o ella daban la espalda a la cámara y no era perceptible su voz. Mientras que algunos docentes reconocieron que de pronto, olvidaban que había otros estudiantes escuchándolos o siguiéndolos desde sus casas y no los tomaban en cuenta.

En esta línea vemos que esta experiencia pandémica nos ha llevado a tener ciclos en las experiencias educativas, pues lo mismo nos pasó en la modalidad en línea, tomamos unos meses (no tantos, dos o tres) en aprender el uso de las herramientas tecnológicas aplicadas al aprendizaje en línea, y ahora nos está tomando unos meses para adaptarnos en el uso de estas mismas herramientas, pero para la modalidad híbrida. Sin embargo, en ambos momentos los docentes y los alumnos nos adaptamos y logramos las metas de aprendizaje, que es nuestra actividad central.

En la tercera dimensión, que desde mi perspectiva es la más impresionante y muestra con más detalles nuestra capacidad de adaptación, hemos pasado de tener predominantemente emociones como el miedo, el estrés, la angustia, la frustración y la tristeza, a tener como emociones predominantes, la tranquilidad y la seguridad, en el desarrollo de los procesos de aprendizajes. Las primeras emociones están muy relacionadas con el encierro, el distanciamiento social y el temor a la enfermedad, asociadas a los primeros meses de la pandemia. Mientras que las emociones que se presentan en el segundo momento, muestran nuestra capacidad de adaptación a la condición de sana distancia, pero también que ya estamos vacunados, que estamos tratando de retomar nuestras vidas, lo que nos da sensación de tranquilidad y seguridad, aunque seguimos estresados, pero porque estamos aprendiendo.

El sondeo también permitió ver que al inicio nos saturamos de trabajo, también porque tuvimos que aprender muchas cosas en poco tiempo para resolver los procesos de aprendizaje en la modalidad remota y a distancia y también en la modalidad híbrida, pero ahora vemos que esto se ha reducido porque nos adaptamos. Sin embargo, observamos que esto no ha terminado, que se están desarrollando nuevas herramientas tecnológicas, que la pandemia continuara por un tiempo, que seguiremos aprendiendo y nos seguiremos adaptando. Entonces debemos estar preparados para esto que viene, porque la pandemia no ha terminado.

*Doctora en Educación, Maestra en Educación Superior y Profesora de Educación Media Básica en la especialidad de Matemáticas. Es académica de tiempo completo en la Dirección de Investigación y Posgrado de la Universidad Iberoamericana Puebla, además ha coordinado el área de Orientación Educativa y de Formación de Profesores, fue Directora del Centro de Procesos Educativos. Actualmente es docente y es la representante del Campo Estratégico de Acción, Modelos y Políticas Educativas (Ceamope).

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