Al rendir su tercer y último informe, la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco señaló que durante su administración no cedió a “chantajes”, defendió la autonomía municipal a pesar de las presiones que hubo y aunque quisieron “buscarle irregularidades” no le encontraron.
Con un templete frente al Palacio Municipal, con alrededor de 200 invitados, pero con la ausencia del gobernador Miguel Barbosa Huerta, funcionarios estatales y políticos, pues sólo acudió la presidenta del Consejo Político Nacional de Morena, Bertha Luján Uranga, la edil manifestó que se va pero “entrega un municipio fuerte”.
Refirió que encabezó el primer gobierno “emanado del pueblo”que surgió de un movimiento para impulsar la cuarta transformación, por lo que se debe continuar con este modelo y desde la trinchera donde esté lo hará, pues “se tiene que romper el molde” de la política tradicional.
Sostuvo que a 3 años de que llegó al ayuntamiento de Puebla, luego de ganar la elección de 2018, nunca pactó con los poderes políticos como se hacía antes, pues llegó impulsada por Morena para combatir la corrupción y hacer un gobierno austero.
Detalló que 3 años “son un buen principio para comenzar, al resaltar que ha dejado sentadas las bases para que las mujeres se sigan empoderando, así como para que vayan ocupando cada vez más espacios, ya que impulsó un gabinete paritario en su administración.
“Nunca cedí a chantajes, resistimos con dignidad a esa clase política, respetamos la libertad de expresión y recuperamos la libertad de expresión. Aquí se tiene que servir con vocación y con cercanía a la gente, y con mucha responsabilidad y orgullo les digo, misión cumplida”, lo que generó aplausos de los presente, quienes corearon en tres ocasiones la palabra presidenta.
Hubo persecución, pero no encontraron nada, dice
Rivera Vivanco sostuvo que hubo persecución contra ella, pues desde la Auditoría Superior del Estado (ASE) y el Congreso local se intentó acreditar irregularidades durante su gestión, pues fue la administración “más revisada” de Puebla, pero no les han encontrado nada.
Dijo que el momento más complejo que atravesó fue en marzo del 2020, cuando desde el gobierno estatal se instruyó que se destituyera a Lourdes Rosales Martínez, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), esto a pesar de que el Cabildo es el único que tiene esta facultad.
Sostuvo que se pretendía nombrar a otro perfil, uno que estaba vinculado con Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México y que actualmente está detenido, en alusión a Carla Morales Aguilar, lo cual no permitió y por ello tramitaron una controversia constitucional la cual ganaron.
La alcaldesa aprovechó para recordar que durante su gestión se pagó la deuda generada por administraciones anteriores, la cual se realizó con políticas de austeridad, dejando así un municipio “fuerte” para que el ayuntamiento que entra no tenga que depender de recursos estatales.
Aprovechó su discurso para criticar a la anterior Legislatura, en su mayoría de Morena, por no revocar la concesión del servicio de agua potable en la capital, al afirmar que desde la Comuna se envió una iniciativa de decreto para reformar al Soapap, el cual “solo sirve de escudero” de la empresa que tiene el contrato.
“Si he de hablarles de algún pendiente es este el que yo señalaría, ninguno de estos llamados ha sido escuchado, nos dejó una impotencia no contar con el respaldo del gobierno estatal y el Congreso, pero esta administración impulsará hasta el último dio este tema, porque hoy se dejan condiciones inmejorables para recuperar el servicio del agua”, sentenció.
