La exdirectora de la Facultad de Administración y aspirante a la rectoría de la BUAP, Lilia Vázquez Martínez, aseveró que el voto “universal y secreto” frenará las presiones que han acusado docentes por parte de directivos de diferentes unidades.
En entrevista con Ángulo 7, la docente insistió que la elección para el sucesor de Alfonso Esparza Ortiz debe ser presencial, mientras que la universidad debe garantizar la confidencialidad del voto, para que no se coaccione, como han denunciado trabajadores.
“El control político se puede romper con el voto de los universitarios, ellos tienen que exigir que el voto sea presencial, porque además tú tienes tu voto y lo expresas en una urna, y no vamos a recurrir a las viejas prácticas, como tomarle foto al voto para que vea por quién votaste, es su decisión”, afirmó.
“La institución (la BUAP) tiene la obligación de garantizar nuestro voto, tenemos el derecho de hacer una fiesta de decidir, decir nuestra opinión, los jóvenes son los que nos interesan (…) Los universitarios tienen la capacidad para decir lo que quieren”, sostuvo.
Respaldada por CTU
Vázquez Martínez, quien hace unos días destapó su intención de convertirse en candidata, es respaldada por el Colectivo Transformación Universitaria (CTU), que agrupa a trabajadores de diversas unidades y está encabezado por Rufino Márquez Camarillo, docente en Administración y también exregidor del PRI de 2002 a 2005.
Fue electa directora de la Facultad de Administración para el periodo 2013-2015, no obstante, renunció al cargo en noviembre de 2015, por presiones de algunos trabajadores de la unidad académica, según afirmaron medios locales en su momento.
También fue regidora de 2008 a 2011, en la planilla de la priista Blanca Alcalá Ruíz, cuando presidió la Comisión de Hacienda del ayuntamiento capitalino.
Cuestionada sobre el mayor desafío que debe asumir la próxima rectoría de la BUAP, mencionó que el modelo académico en la universidad “ya no cumple” con las demandas sociales, al calificarlo de obsoleto y “neoliberal”.
“Se ha empobrecido el modelo universitario, se ha dado prioridad a otras cosas, cuando lo más importante en el centro del quehacer universitario es la formación de los estudiantes, pero este modelo (neoliberal) ha repetido esquemas que no son prioritarios”, declaró.
