El presidente, Andrés Manuel López Obrador, expuso que Pemex vende el kilo de gas LP a $13.5 y las distribuidoras lo comercializan al usuario final en $20.94, una ganancia de $7.44, el 35 por ciento, y añadió que “no es posible que haya estos aumentos”.
De acuerdo con los datos presentados por el mandatario, mientras que la empresa productiva del estado aumentó el costo del insumo en un 10 por ciento, de 2020 a lo que va del 2021, las privadas lo hicieron en 15 por ciento, tomando como referencia las tarifas de 2018.
En su conferencia de prensa matutina, López Obrador refirió que se tiene planeado que en tres meses inicie a distribuir la empresa pública “Gas Bienestar” en cilindros en la Ciudad de México, para lo cual ya se tienen los recursos y la materia prima, con el fin de bajar los costos, pues no tendrá un margen de ganancia tan alto.
Destacó que en el caso de las gasolinas y diésel no se han presentado aumentos superiores a la inflación, ya que Pemex abastece el 80 por ciento del mercado, mientras que en el caso del gas únicamente en el 50 por ciento, lo cual fue el resultado de la apertura del mercado por la reforma energética.
Señaló que no se descarta intervenir en el sector del gas LP estacionario o en el del gas natural, sobre el cual existe “un ambiente en contra de su uso”.
Reitera críticas a Cofece
Criticó, de nueva cuenta, a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), a la que tachó de ser “un cero a la izquierda”, pues ha permitido que las cinco empresas que controlan el mercado se asocien.
Comentó que del análisis que se realizó para detener el aumento de las tarifas del insumo se consideró mejor hacer la empresa pública para competir, ya que fijar un precio máximo no serviría pues muchas distribuidoras no lo respetarían, además de que se descartó llevar a cabo una amplia vigilancia.
Expresó que la Guardia Nacional dará vigilancia a Gas Bienestar, al igual que como ocurrió con las pipas que distribuyeron combustibles debido a “bloqueos y sabotaje” de quienes se oponían a finalizar con el huachicol.
Manifestó que la empresa pública será “del pueblo” aunque “los conservadores” lo acusen de ser una medida estatista o populista, ya que “no se quiere la libertad del zorro en el gallinero, las empresas tienen todo el mercado y hacen lo que quieren”.
