La Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla dio una calificación de 4.4 y 5.8, de una máxima de 10, a los penales de Chignahuapan y Libres, respectivamente, por lo que reprobaron en cuanto a la aplicación de garantías a reos; el promedio a Ceresos fue de 6.2.
Lo anterior, de acuerdo con el Diagnóstico Estatal de Supervisión Penitenciaria 2020, realizado por el organismo del 7 al 28 de septiembre, en los nueve Centros de Reinserción Social (Cereso) del estado, así como el albergue provisional para internos del Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes (Ciepa).
El estudio verificó las “condiciones de higiene, de seguridad y de custodia; asimismo, alimentación, educación, actividades recreativas, actividades laborales, entre otras”, por medio de visitas presenciales y encuestas voluntarias anónimas al 33 por ciento de la población de cada penal.
En Chignahuapan, el informe se centró en “el respeto de los derechos humanos de las personas adultas mayores”, al advertir que estos internos estarían en riesgo de contraer Covid-19, en caso de no tomar las medidas apropiadas.
Para el caso de Libres, la CDH hizo observaciones a “la dignificación de espacios de estancias”, elaboración actividades remuneradas y escolares, además de que se pidió “la correcta separación de la población masculina de la femenina, ya que las áreas de visita íntima no garantizan la privacidad de las y los usuarios en las mismas”.
Aprueban con 6 y 7 demás penales
La CDH dio calificación “aprobatoria” de 6 al Cereso de Tepeaca, luego de señalar que el espacio destinado para estancia de reos “resulta ineficiente”, además que las áreas de trabajo se utilizan como comedor individual y no hay ventilación.
De igual forma al penal de Zacatlán, que calificó con 6.1, siendo que, al momento de la visita, se encontraron “diversas áreas mojadas” donde los internos trabajan, además de que se vio mobiliario en malas condiciones.
El Cereso de Puebla capital obtuvo 6.4, mientras que, con una población de 4 mil 731 internos, se advirtió la existencia de sobrepoblación, lo cual “puede generar connatos violentos.
Con la misma calificación, el penal de Tecali de Herrera reportó que algunos espacios no contaban con energía eléctrica, además de que se vieron “desperfectos y desgaste” en azulejos, tuberías y llaves de la zona de regaderas.
Siendo que las instalaciones del Ciepa fueron utilizadas para resguardar a reos contagiados de Covid-19, la CDH visitó el recinto provisional donde fueron trasladados los internos del Ciepa, en el Cereso de Puebla. Se determinó que, en cuanto lo permita la condición sanitaria, deben ser remitidos “a unas instalaciones totalmente ajenas”.
El centro de Chalchicomula de Sesma, aprobó con 6.7, mientras que las personas privadas de la libertad señalaron “puntualmente su inconformidad” en cuanto a los equipos de telefonía fija del recinto, que son obsoletos y no funcionan.
En cuanto al Cereso de Tepexi de Rodríguez, que obtuvo 7 de calificación, la CDH reportó “restos de fauna propia de la zona”, por lo que urgió acciones de limpieza para evitar focos de infección, además de que estimó medicamentos “insuficientes”.
Con 7.2, el penal de Zacapoaxtla fue el mejor valuado, siendo que la mayor observación que “la remodelación y mantenimiento de las instalaciones es un punto a mejorar”; en tanto que ninguno de los recintos obtuvo calificación de 8 a 10, “aprobatorio con observaciones mínimas”.
