Los consejeros que nombraron a Mario Bracamonte González delegado de Morena en Puebla defendieron la designación: aseguraron que fue legal por contar con mayoría “certificada” y negaron injerencia para desconocer a Garmendia de los Santos, actual líder del CCE.
En conferencia virtual a medios, Julián de Jesús Pérez Tapia, quien presidió la reunión del pasado domingo, desestimó la asistencia de personas ajenas al partido para completar el quórum necesario, al afirmar que hubo delegados reconocidos ante el órgano electoral y “aunque haya sido el caso, la sesión tiene validez”.
Asimismo, rechazó haber excedido sus facultades, como lo señaló el Comité Ejecutivo Estatal (CEE), pues aseguró que la dirigencia nacional ya no tiene las atribuciones para nombrar delegados, y que el puesto que designaron a Bracamonte González estaba “vacante”.
Ante la insistencia de la prensa sobre qué base legal ampara el nombramiento, los consejeros insistieron en que es su derecho por ser “la base de la militancia”, y que el susodicho está afiliado a Morena y “goza de todos sus derechos vigentes como militante”.
Respecto a que habría grupos afines al gobernador Miguel Barbosa Huerta, que buscan intervenir al interior del partido, los morenistas rechazaron los señalamientos, al asegurar que militantes “de todos los grupos” respaldan a Bracamonte González; en contraparte, acusaron al CEE, encabezado por Edgar Garmendia de los Santos, de “imposiciones”.
La consejera Marisela Lujan Martínez, Araceli Bautista Gutiérrez y Pérez Tapia negaron la supuesta “manipulación” y tacharon de “intimidación” y “practicas priistas” las advertencias de una denuncia ante el órgano interno del partido, por el espaldarazo a Bracamonte González.
