La comisión de Igualdad de Género del Congreso de Puebla aprobó reformas para establecer un modelo adecuado para el ingreso y egreso de víctimas de violencia familiar y sus hijos en centros de atención, los cuales deberán dar seguimiento a los casos un año luego del egreso.
Así quedó establecido en la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, luego de modificaciones a las fracciones II y III del artículo 53, el artículo 54 y el artículo 56 propuestas por la diputada Mónica Lara Chávez.
Por su parte, la legisladora señaló que es importante verificar que las víctimas de agresión no regresen con su agresor luego de estar en centros de atención, los cuales también deben brindar apoyo a hijos e hijas de éstas, pues en la ley actual, solo se contempla la ayuda a las víctimas y no a su descendencia.
En tanto, la diputada Rocío García Olmedo, presidenta de la Comisión, explicó que con este modelo de ayuda se dará seguimiento a los casos para que las víctimas no vuelvan a ese círculo de violencia.
De esta manera, las mujeres violentadas y sus hijos podrán permanecer en instituciones públicas y privadas, albergues, casas de medio camino y refugios hasta por tres meses, salvo que subsista su inestabilidad física, psicológica o su situación de riesgo.
Dichos centros deberán verificar cada tres meses durante un año posterior a su egreso que tanto la víctima como sus hijos e hijas no se encuentren en riesgo o hayan regresado al lugar o a la situación de violencia en que se encontraban, de lo contrario se les deberá ofrecer el reingreso.
Por otra parte, la comisión aprobó catalogar como violencia en el noviazgo todo acto enfocado a dominar, someter, controlar o agredir a las mujeres en una relación.
Miguel Trujillo de Ita, quien realizó la propuesta, señaló que, en México, el 76 por ciento de las adolescentes, entre 15 y 17 años, ha sufrido violencia psicológica y el 17 por ciento violencias sexuales, según datos de la Organización Mundial de la Salud; por lo que consideró que resulta necesario que se implemente, en la legislación, la modalidad de violencia en el noviazgo y dejar de normalizar este acto.
