Por falta de rutina, la cuarentena ha impedido a niños y jóvenes con autismo desarrollar sus habilidades cognitivas, en tanto que la educación en línea no está adaptada para sus capacidades, pues requieren una atención especializada de los docentes.
Lo anterior, de acuerdo a Mariel Macías Reyes, directora administrativa de la organización Autismo Puebla, quien destacó que el encierro ha representado un cambio “completamente distinto” en la rutina de los niños de preescolar y primaria, así como en jóvenes de secundaria y preparatoria.
En entrevista a Ángulo 7, destacó que las tareas, actividades y clases en línea, no están adaptadas para las personas autistas, pues reciben ejercicios que frecuentemente suelen ser “muy complicados para ellos”, razón que les imposibilita tener un aprovechamiento académico, pues la gran mayoría no estudian en escuelas especializadas.
“Los maestros no están haciendo las adecuaciones necesarias. Se les mandan las mismas actividades que al resto de los compañeros y en muchos casos los chicos no están listos para realizarlas”, comentó.
Refirió que a los jóvenes de secundaria y bachillerato les es más complicado adaptarse a este modelo, ya que algunos no comprenden por qué deben tomar clases en línea y cambiar su rutina; es por este motivo que, abundó, los padres ni saben cómo lograr que sus hijos aprendan de manera oportuna, por lo que ha recurrido a la organización por asesorías para adaptar las actividades escolares.
Apelando a una inclusión educativa, la experta señaló que los profesores deben adaptar contenidos y los materiales de manera personalizada, pues hay menores autistas que no requieren de grandes modificaciones mientras que otros sí, por lo que hizo hincapié en qué no todos los estudiantes de un instituto tienen el mismo nivel cognitivo ni las mismas habilidades.
“El niño que tiene que escribir en cuadro de cinco milímetros, tal vez nuestros chicos tengan que escribir en un cuadro de siete o más grande. Esas pequeñas adaptaciones que parecen simples a veces son significativas. Habrán grupos que ya estén contando del uno al 30 y nuestros chicos van del uno al cinco”, ejemplificó.
Complicado adaptarse a cuarentena
Resaltó que una de las principales preocupaciones de los padres es que las escuelas les piden evidencia del trabajo en casa y no saben qué hacer por lo complicado que es para sus hijos,
Detalló que a los padres les preocupa ésta situación porque las escuelas piden evidencias del trabajo en casa y no saben qué hacer, debido resulta complicado para los menores seguir este ritmo educativo, aunque que el gobernador Miguel Barbosa Huerta aseguró que ningún joven reprobará este ciclo.
Macías Reyes también indicó que la cuarentena ha alterado la rutina de los 75 pacientes que atienden, ya que la falta de una disciplina altera la flexibilidad mental para adaptarse a escenarios, lo cual, es esencial para el desarrollo de estas personas.
Y es que precisó que los autistas sufren una mayor alteración cuando sus actividades cambian, por lo que es necesario mantenerlos en un entorno estructurado; por ello, precisó que la falta de rutina durante la contingencia ha afectado sus habilidades y destrezas, lo que les exige un “esfuerzo extra” saber qué sucede en su alrededor.
A esto, sumó que se han visto obligados a impartir sus terapias psicopedagógicas, de lenguaje y psicomotricidad en línea, lo cual no ha sido óptimo para su desarrollo; señaló que en el caso de los más jóvenes, estás actividades son implementadas los padres, ya que no pueden abandonar por completo las terapias, oyes de ser así “hablaríamos de crisis muy complejas en nuestros chicos”.
No obstante, señaló que a los padres les ha sido difícil llevarlas a cabo, pues no es igual a que sean realizadas por especialistas.
Destacó que desde el 21 de marzo no han podido realizar diagnósticos presenciales a nuevos pacientes por la pandemia, por lo que esperan que en junio puedan volver a atender las solicitudes.
