Aunque en su tercer informe de labores, el rector Alfonso Esparza Ortiz presumió que, en su gestión, la BUAP ha pasado más de 40 auditorías estatales y federales “sin observaciones”, esto es impreciso, pues la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sí le ha señalado presuntos daños al erario.
De acuerdo con el Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública de 2015, en este año fiscal la primera gestión de Esparza –2013-2017– tuvo observaciones por no comprobar la aplicación de recursos federales que ascendieron a 112 millones 704 mil 715 pesos.
La auditoría al Programa de Fortalecimiento de la Calidad en Instituciones Educativas indica que, hasta febrero de 2017, la BUAP había sido omisa en reintegrar 7 millones 871 millones 606.00, cuyo gasto no comprobó dos años antes, a la Tesorería de la Federación, por lo que se presume un probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública Federal.
En tanto, al 31 de diciembre de 2015, la gestión de Esparza había sido omisa en acreditar la aplicación de 104 millones 833 mil 109 pesos que la universidad recibió del Programa de Expansión en la Oferta Educativa en educación Media Superior y Superior.
Por lo anterior, se le requirió evidencia de las modificaciones del convenio para que los recursos fueran devengados después de la fecha de su vencimiento.
En 2018, ya en el segundo periodo de Esparza Ortiz como rector, la BUAP registró inobservancias a la normativa, principalmente en materia de servicios personales y adquisiciones, que generaron un probable daño a la Hacienda Pública Federal por de 98.9 millones de pesos.
